(Foto: Facebook)
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"Intenso tiroteo en Zemio. Imposible salir". El sacerdote Jean-Alain Zembi publica todos los días mensajes como éste, subido el martes a , desde Zemio, en el sudeste de .

La ciudad está controlada por hombres armados no identificados y las líneas telefónicas cortadas desde el comienzo de la espiral de violencia, el 28 de junio pasado.

"La información tiene que llegar al mundo, estamos bloqueados aquí y los tiroteos no cesan", explicó a la AFP el párroco Zembi, de 33 años, contactado por WhatsApp el martes desde Libreville, Gabón.

"Cortaron las líneas telefónicas y no podemos salir, es demasiado peligroso. Por eso uso Facebook", relata. Hombres armados no identificados, que subyugan el país desde hace años, permanecían en las calles de la ciudad este martes por la tarde, según varios testigos contactados por WhatsApp.

Como testimonio del horror de los combates, en una publicación con fecha del 2 de julio se le ve rindiendo homenaje a cuerpos sin vida cubiertos por una mortaja y amontonados en una fosa común.

"Había seis cuerpos en el suelo, en las calles de la zona del presbiterio. Había que tomar el riesgo de salir a buscarlos si queríamos evitar la contaminación sanitaria del presbiterio. Otros cuerpos siguen en las calles, hay muchos, pero nadie puede ir a buscarlos. No tenemos ataúdes aquí, debimos cavar una fosa común", relata el párroco a la AFP.

En esta ciudad a 1.000 kilómetros de Bangui, en la frontera con la República Democrática del Congo, la red de wifi es ahora el único medio que tienen los Cascos azules de la ONU (Minusca), los trabajadores humanitarios en el lugar y el cura Jean-Alain Zembi, para comunicarse con el mundo exterior.

El 28 de junio, hombres armados no identificados entraron a la ciudad, donde saquearon y quemaron tiendas y casas, provocando la huida de los habitantes y de más de 3.000 refugiados congoleños.

"Zemio arde desde el miércoles 28 de junio de 2017. Ayúdennos", publicó en Facebook por primera vez Zembi el 30 de junio pasado, dos días después del inicio de los combates que dejaron al menos cinco muertos y que bloquean el acceso de los trabajadores humanitarios que buscan ayudar a los 20.000 desplazados de la ciudad, según el último informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha).

Bitácora

"Los actores humanitarios deben limitar temporalmente sus actividades en Zemio", declaró el martes en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU en República Centroafricana, Najat Rochdi.

"Estamos en una situación de total inseguridad. La gente no come, no toma agua potable, no tiene los cuidados necesarios. Viviendas ardieron. Casi todas las familias desplazadas no tienen ningún refugio. ¿Qué harán cuando la crisis termine? Si verdaderamente se termina", agregó el párroco en la misma publicación, suscitando la indignación y el apoyo de varias decenas de personas en la red social.

Las publicaciones de Zembi en Facebook son la bitácora de la violencia en la ciudad, un llamado de auxilio al gobierno y a la comunidad internacional para que se ayude a los habitantes de Zemio.

"Por culpa de la crepitación de las armas, no podemos salir a buscar los cuerpos (de las personas fallecidas en las calles). ¿Qué recuerdo guardará la historia de ustedes? Observen bien las caras de estos niños, víctimas de la guerra de Zemio, quizá mueran en dos o tres días", publicó el cura el 30 de junio en Facebook.

El 3 de julio, publica fotos en su cuenta de Facebook en las que se ven bidones de agua y celebra la llegada de un equipo de la ONU que trae "algunas lonas y bidones de agua" al presbiterio dónde se encuentra bloqueado.

En otra publicación, Zembi describe con fotos una misa al aire libre, celebrada en el predio del presbiterio donde "al menos 1.500 personas" encontraron refugio.

"Qué bien hace cambiar un poco, una bella celebración", publicó en la red social.

(Fuente: AFP)

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