MDN
Facebook viral: Abuelito estaba molesto con la vida hasta que conoció a este gato | FOTOS

En nos podemos cruzar con historias tan inspiradoras como la de Akiko Dupont, una fotógrafa independiente de Tokio. Y es que la mujer de 30 años ha pasado más de la mitad de su vida retratando a su abuelo Jiji, un hombre de 94 años que se sentía muy enfadado con la vida, pero un día, un gato llegó a su hogar para cambiarle los ánimos. Conoce su historia.

JIji es un veterano de la Segunda Guerra Mundial y entrenó para convertirse en un luchador de Kamikaze, pero justo cuando estaba a punto de volar, la guerra terminó y volvió a casa. El hombre continuó con su vida y por 64 años trabajó en una oficina. Él disfrutaba de su empleo, pero no era su pasión, así que poco a poco comenzó a perder el interés en la vida.

En el 2009 enfermó y fue hospitalizado. Esto empeoró todo, ya que se convirtió en un hombre obstinado, gruñón e infeliz, así que Akiko pensó en qué hacer para ayudarlo a revertir esta idea que tenía de la vida y quería verlo sonreír otra vez.

A través de , la fotógrafa comentó que su abuelo es una persona interesante, todos lo aman, pero no soportaban la situación en que se encontraba, así que pidió recomendaciones de que hacer para poder ayudar a Jiji, así que no tuvo mejor idea que adoptar a un gatito que lo llamo Kinako, lo llevó a casa y lo escondió en su habitación.

Cuando Jiji entró en la habitación de Akiko y vio al pequeño y pelirrojo felino, fue amor a primera vista. “Sus ojos brillaron llenos de felicidad”, dice Akiko. “Así fue como se conocieron y pensé que debía documentar sus momentos”

Kinako trajo alegría de nuevo a la vida de Jiji, dándole compañerismo y alguien a quien cuidar cuando más lo necesitaba. Ahora son mejores amigos, y Akiko no puede dejar de capturar los momentos adorables que pasan juntos y compartirlo a través de y las diversas redes sociales.

Akiko ahora se encuentra feliz y tranquila, pues el hombre que le ha dado las más grandes enseñanzas en la vida por fin tiene un motivo más para vivir, para estar con su familia, para levantarse en las mañanas, y eso se lo agradece a Kinako, quien fue la razón de que todo esto fuese posible. La historia de es inspiradora. 

TAGS RELACIONADOS

Contenido sugerido

Contenido GEC