(Foto: Facebook)
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Redacción EC

La difusión en Facebook de la desgarradora misiva de una maestra ha despertado gran indignación en Argentina, pues en esta la mujer denunciaba la brutal agresión de un estudiante de la que había sido víctima.

Julieta Petrolo, habitual profesora de cuarto grado, se encontraba cubriendo el puesto de un profesor del año superior cuando presenció cómo un niño de 10 años era agredido por un adolescente de 13 y decidió intervenir. En ese momento la ira del menor se volcó hacia ella.

“Hoy decido escribir estas palabras porque no encuentro forma de sacar tanta angustia hacinada”, señaló la docente al inicio del mensaje que compartió en Facebook. “En una escuela llena de dolor, en un aula carente de límites, en un aula que no era la mía, vi la violencia y no la soporté… Tuve que contenerla”, añadió la educadora.

El ataque, ocurrido el 25 de abril en el municipio de Santa Elena, dejó a Petrolo sin el 90% de la visión del ojo izquierdo, un hombro distendido y cuatro vértebras cervicales dañadas. Julieta mencionó que optó por no responder a los golpes que sufría por no dañar a un menor de edad.

“La ira de un alumno hacia otro destruía poco a poco su frágil cuerpito. Como soy intolerante al maltrato, decidí intervenir. El resultado fue un cambio de rumbo de su cólera, ahora su punto de alivio era YO. No me defendí, me dejé golpear, era preferible mi cuerpo enorme a ese cuerpo frágil”, cuenta la maestra.

Tal fue la violencia de los golpes, que uno de ellos la hizo chocar contra la pared y no fue hasta que el resto de escolares presentes en el aula reclamara airadamente al agresor que se detuviera, que este lo hizo. “Él se dio vuelta, se sentó, agarró un librito que tenía en la mano y se puso a leer. Como si nada”, dijo al respecto la agraviada en su publicación de Facebook.


Según declaraciones recogidas por Clarín, Petrolo ha tenido que vender su ropa para poder pagar el tratamiento porque el seguro no lo cubre y que las autoridades le han dado la espalda. “Me mandan las recetas y debajo ponen ‘no corresponde’”, explicó la docente.

Sobre el destino del adolescente responsable del ataque, Julieta Petrolo señaló que este sigue asistiendo a clases con normalidad y que hasta ahora ni él ni  sus padres han sido citados. La familia del chico tampoco se ha comunicado con ella.

El triste mensaje de la maestra en Facebook señala que el hecho ha destruido su sueño de infancia de ser maestra, debido al cariño con el que su madre le hablaba de esta carrera. A tal punto ha llegado el desencanto de Julieta, que hoy se arrepiente de la decisión.

“Yo, docente, abandonada por el Estado, por la aseguradora, por la escuela… Hoy perdí mi VOCACIÓN. Ya bajé los brazos, ya no puedo sostener la sonrisa, ahora mis niños me dan miedo”, se puede leer en la carta abierta.

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