El anuncio del fundador de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, de que donará el 99 % de sus acciones para propósitos filantrópicos reforzó su posición dentro del “club” de los millonarios “solidarios”, un espacio que lideran otros magnates estadounidenses como Bill Gates o Warren Buffet.
Coincidiendo con el nacimiento de su hija Max, el máximo directivo de Facebook anunció el martes, a través de una carta a su hija, que donará el 99 % de sus acciones de Facebook durante el transcurso de su vida, lo que en la actualidad equivale a unos 45.000 millones de dólares.
“Ya nos has dado una razón para reflexionar sobre el mundo en el que esperamos que vivas”, explicaba, dirigiéndose a su hija recién nacida, el propietario de la decimosexta fortuna más grande del planeta, valorada en 33.400 millones de dólares.
Los comentarios de aplauso y admiración en Facebook al anuncio de su fundador fueron mayoritarios, entre ellos los de otros filántropos millonarios como Melinda Gates, quien afirmó que su ejemplo servirá “de inspiración al mundo”, o Richard Branson, quien opinó que los compromisos de la nueva generación de emprendedores pueden llevar a que el mundo resuelva sus problemas.
Sin embargo, algunas voces en la red arremetieron contra la fórmula usada por Zuckerberg, que canalizará su donación a través de una sociedad limitada en lugar de una organización sin ánimo de lucro.
“La iniciativa Chan Zuckerberg está estructurada como una sociedad limitada en lugar de una fundación tradicional. Esto nos permitirá cumplir nuestra misión de financiar a organizaciones sin ánimo de lucro, hacer inversiones privadas y participar en los debates”, dijo Zuckerberg el jueves para responder a los que le acusaban de tratar de evadir impuestos. “En cada caso queremos generar un impacto positivo en áreas que lo necesitan”, añadió.
No obstante, el paso dado por Zuckerberg junto a su mujer, Priscilla Chan, no es su primera incursión en el terreno de la solidaridad puesto que, por ejemplo, en 2013 donaron 991 millones a la Silicon Valley Community Foundation, y el año siguiente destinaron 120 millones al sistema de escuelas públicas del área de San Francisco.
Sin embargo, el “club” de millonarios “solidarios” de Estados Unidos sigue comandado por las viejas fortunas, que todavía caminan por delante de los nuevos ricos en este aspecto.
El máximo donante
Así, el máximo donante de EEUU en 2014, según la lista que publicó la revista especializada “Forbes”, fue el millonario Warren Buffet, de 85 años, que dedicó a la filantropía unos 2.800 millones de dólares sólo en ese año.
Según la misma revista, a lo largo de su vida Buffet ha donado 22.700 millones de dólares, lo que equivaldría aproximadamente al 37 % de su fortuna total.
Otro magnate muy destacado en el campo de la filantropía es Bill Gates, que dejó en 2008 su puesto al frente de Microsoft para dedicarse a las labores de su fundación.
En 2014, Bill y Melinda Gates donaron 1.300 millones de dólares, con especial atención en la lucha contra las enfermedades infecciosas como el sida, la malaria o la tuberculosis.
De la misma forma, “Forbes” calcula que a lo largo de su vida el matrimonio Gates ha donado 31.500 millones, en torno al 41 % de su fortuna total.
Tras Buffet y los Gates, completaban los cinco primeros puestos de donantes estadounidenses en 2014 George Soros, Michael Bloomberg y Chuck Feeney.
Había que avanzar hasta el puesto 24 de la lista para encontrar a Mark Zuckerberg y Priscilla Chan, que hasta entonces habían donado 1.600 millones a lo largo de su vida, menos del 5 % de su fortuna total.
Algunas voces han rebajado las expectativas sobre el anuncio de Zuckerberg, como el editor de “Transformation”, Michael Edwards, quien en “The Chronicle of Philantrophy” admitió que la magnitud de la donación era “extraordinaria”, pero consideró exagerado afirmar que esté ejerciendo la filantropía siguiendo “nuevos caminos”, ya que la está llevando a cabo por senderos “muy usados”.
“El problema es que este camino no lleva a otro lugar que no sea el fracaso y el resentimiento. Lo que en realidad se necesita es una transformación completa de la filantropía en la que el control de la élite cambie y la ciudadanía tenga el poder para modelar un futuro que responda a todos los intereses”, añadía Edwards en el artículo.
Zuckerberg, en cambio, resaltó en su carta a su hija las nuevas posibilidades que abren internet y las nuevas tecnologías, especialmente en la educación, por lo que terminó su mensaje con una invitación optimista hacia el futuro: “Max, te queremos y sentimos una gran responsabilidad por ti y por todos los niños para que el mundo que dejemos sea un lugar mejor”.
(Fuente: EFE)
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