Alrededor de tres millones de estadounidenses vieron anoche el documental “Eaten Alive” (“Comido vivo”) en el que el naturalista Paul Rosolie indicó que sería devorado vivo por una serpiente, aunque finalmente terminó solo siendo tragado parcialmente y tuvo que pedir ser rescatado, dejando a muchos televidentes decepcionados.
Esta desilusión podría incrementarse de ser comprobado lo difundido por TMZ, medio que indicó que la anaconda en cuestión no fue encontrada en la naturaleza, como afirmaba Rosolie, sino que fue traída especialmente a la Amazonía para el extraño experimento.
Según el medio especializado en chismes del espectáculo, la situación se debió a que Rosolie no puedo encontrar a una serpiente de ocho metros de largo en la naturaleza, por lo que se vio forzado a traer una nueva serpiente, la cual era demasiado chica para engullirlo completamente.
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Rosolie, de 27 años, tuvo que abandonar su intento de ser devorado por la serpiente luego de que sintiera que el animal era lo suficientemente fuerte como para arrancarle el brazo.
“Toda su fuerza se concentró en mi brazo hasta que comencé a sentir que mi mano no recibía irrigación”, dijo Rosolie.
La decepción de los televidentes ante este anticlimático final fue manifestada en las redes sociales como Facebook y Twitter.
“#Comidovivo es sobre un hombre que dice que quiere ser devorado por una anaconda y cancela el programa cuando es devorado por una anaconda”, escribió un tuitero.
#EatenAlive is about a guy saying he wants to be eaten by an anaconda and cancels when he gets eaten by an anaconda. LOL @PaulRosolie— Martin Médus (@MartinMedus) December 8, 2014
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