El parche biodegradable contiene un producto derivado de la quitina, una sustancia obtenida del exoesqueleto de crustáceos como los camarones (Foto: referencial /pixabay)
El parche biodegradable contiene un producto derivado de la quitina, una sustancia obtenida del exoesqueleto de crustáceos como los camarones (Foto: referencial /pixabay)
Agencia EFE

Estudiantes mexicanos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon un parche biodegradable capaz de acelerar la regeneración de la piel y estimular la cicatrización, informó la institución pública de estudios superiores técnicos.

El IPN, una de las instituciones de educación superior más importantes de México, indicó en un comunicado que se trata del FitoCurita, un apósito adhesivo amigable con el medio ambiente.

El FitoCurita, elaborado con materiales orgánicos biodegradables, se aplica sobre una herida para protegerla de infecciones, absorber las secreciones y facilita la curación

Sus creadores son los estudiantes Salvador Barajas Gómora, Fernanda Gómez Pérez, Abraham Gordillo Rodríguez y Lydia Rosas Ballesteros.

De acuerdo con sus creadores, el parche biodegradable contiene un producto derivado de la quitina, una sustancia obtenida del exoesqueleto de crustáceos como los camarones.

El parche acelera la regeneración de la piel, además de proteger las heridas contra "Staphylococcus aureus" y estreptococos, principales agentes microbianos que atacan la piel.

Para obtener el apósito adhesivo, los estudiantes de la carrera Laboratorista Químico trituraron cáscara de camarón, desmineralizaron el polvo y lo combinaron con aceite esencial de caléndula y lactosuero.

"Para utilizar el parche es necesario limpiar la zona, humedecer la película con algodón o con un aspersor, cubrir totalmente la herida y presionar ligeramente hasta lograr la adhesión a la piel", detalló el IPN.

Cuando la herida sana, el apósito se puede tratar como cualquier desecho orgánico, porque tiene un periodo de degradación de 15 a 17 días, además de que tiene un bajo costo al estar elaborado con materiales orgánicos.

Los jóvenes resaltaron que en México se producen alrededor de 72.300 toneladas de camarón en los estados costeros y su exoesqueleto se desecha cuando se podría aprovechar para el sector salud.

Los actuales apósitos adhesivos tienen un alto costo, además de que contaminan y pueden causar infecciones, si no son desechados de forma adecuada.

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