¿Sientes como si tuvieras una basurita en el ojo? ¿Tienes los ojos rojos o llorosos? Si presentas alguno de estos síntomas, podrías estar padeciendo el Síndrome del Ojo Seco, una de las enfermedades oculares que más se ha incrementado a nivel mundial, sobre todo después de la pandemia.
Esta enfermedad, considerada a través de los años, propia de personas mayores de 60, afecta actualmente a jóvenes de 40, 30, incluso a niños. Según especialistas en el tema, el uso excesivo de pantallas sin ningún tipo de cuidado al respecto, ha empeorado las estadísticas.
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De acuerdo con el Instituto Nacional de Oftalmología (INO), alrededor del 40% de peruanos padece de algún grado del síndrome del ojo seco sin saberlo. En tanto, a nivel mundial, Johnson & Johnson reveló en 2021 que este mal estaba afectando a más de 2 mil 200 millones de personas a nivel global, aproximadamente el 50% de cada región geográfica.
“La pantalla no es la culpable del ojo seco”
Como mencionamos líneas arriba, el aumento en el uso de pantallas digitales (como celulares, televisores, tablets, entre otros) es uno de los factores que ha contribuido significativamente al incremento de casos de ojo seco. Sin embargo, no es la pantalla en sí la culpable sino cómo nosotros nos comportamos frente a ella.
En ese sentido, un problema que antes afectaba a los adultos mayores, debido al desgaste natural del ojo, y por ende, a una disminución de la lágrima, es cada vez más común verlo en la actualidad como una enfermedad que impacta a toda la población.
“En todo el mundo, es cada vez más común ver a niños desde los 5 años con problemas de ojo seco. Y no es que la pantalla nos seque el ojo, sino el hecho de estar tan concentrados frente a un estímulo (la pantalla) que llama tanto nuestra atención que nos quedamos con el ojo totalmente abierto por un largo tiempo”, nos explica Wilde Mendoza oftalmólogo de la Clínica Ricardo Palma en entrevista con El Comercio.
“Este mecanismo normal de parpadeo que queda abolido por esta concentración que tiene todo lo que es multimedia, los videos, la actividad, todo pasa tan rápido que dejamos de parpadear para prestar atención y eso es lo que ha desencadenado el síndrome del ojo seco desde edades muy tempranas”, agrega el especialista.

¿Qué hacer frente a este problema?
Sobre este punto, Mendoza explica que como toda enfermedad, el tratamiento o el nivel de intervención va a depender de la severidad del problema así como de la edad del paciente.
“Si se trata de un caso leve en una persona joven, puede bastar con modificar ciertas conductas y mejorar hábitos y dieta para que lo tenga controlado y no le genere molestias. Por ejemplo, en un niño, lo más habitual es que esté frente a la computadora, al televisor, con en el celular, con los videojuegos y que de pronto tenga el ojo rojo. A esa edad, el sistema visual, si es que el ojo está perfectamente sano debería bastar con implementar reglas básicas como pausas cada cierto tiempo, recordar parpadear, incluir en la dieta alimentos que tengan Omega 3, que hace que las lágrimas sean de mejor calidad, tengan mejor protección. Es decir, dieta, disciplina, buenos hábitos, con eso una persona joven lo puede controlar. Hablando de casos leves, en un adulto mayor, ya sabemos que de por sí hay una deficiencia natural de la producción de lágrimas, entonces ahí suele ser ya necesario el instaurar un tratamiento con gotas, que suelen ser las lubricantes”, explica Mendoza.

En casos de ojo seco moderado —donde ya existen alteraciones más importantes— o severo, con posibles complicaciones como úlceras o cicatrices en la córnea, las intervenciones necesarias aumentan en complejidad. Dependiendo de la gravedad, el tratamiento puede requerir el uso de equipos especializados o dispositivos médicos para abordar adecuadamente la enfermedad.
La importancia de nuestra conducta frente al peligro
Volviendo a aclarar que el problema del ojo seco no es la pantalla sino nuestra conducta, el especialista hace hincapié en los importante que es cómo nos comportemos frente al problema.
“El tema es nuestra conducta. El ser humano que cuando presta atención deja de parpadear y se queda con el ojo abierto, es como si uno durmiera con la boca abierta y amanece con la garganta toda irritada. Entonces, lo que debemos es, desde pequeños, adquirir conductas, acostumbrarnos a descansar cada cierto tiempo (básicamente se recomienda cada 20 minutos) descansar los ojos 20 segundos, mirar un punto lejano, parpadear, pero en la actualidad eso ya se queda corto”, explica Mendoza y recomienda hacerlo ahora cada 5 minutos. “Yo siempre les digo: ‘Ponga un post-it en la pantalla que diga: tengo que parpadear; y cámbiele de color cada 3, 4 días, porque sino uno no se acuerda’'.
Habituarnos a este mecanismo evitará que en un futuro estemos obligados a depender de un tratamiento perennemente.
“Actualmente la vida nos lleva a depender mucho de estos dispositivos, y la idea no es privar o decirle al paciente: ‘Oye, no te capacites, no estudies, no trabajes, ándate a vivir a un bosque, no.” La idea es que aprendamos cómo lidiar saludablemente con la realidad actual a través de los descansos, las pausas activas, el parpadeo, la dieta, la altura en la cual la pantalla debe estar. No debemos mirar una pantalla hacia arriba, sino del horizonte hacia abajo y una serie de cambios en el entorno que deben permitir que nuestros ojos puedan perdurar en la labor que tenemos que hacer".

A continuación, algunas de las preguntas más frecuentes alrededor del ojo seco respondidas por Alexandra Williamson, optometrista de Cleveland Clinic, con quien también conversamos sobre este tema.
¿Qué tipos de ojo seco existen?
El ojo seco se clasifica principalmente en dos tipos: por deficiencia acuosa (cuando el ojo no produce suficientes lágrimas) y evaporativo (cuando las lágrimas se evaporan demasiado rápido). A menudo, las personas pueden tener una combinación de ambos tipos. Los síntomas varían según el tipo y la gravedad, e incluyen ardor, picazón, sensación de arenilla, enrojecimiento, fatiga ocular, dolor, sensibilidad a la luz y visión borrosa. En casos más graves, puede haber inflamación crónica o daño en la superficie ocular. Cada paciente puede experimentar una combinación distinta de estos síntomas, lo que hace que el diagnóstico y tratamiento deban ser personalizados.
¿Los síntomas de ojo seco pueden ser persistentes durante el día?
Los síntomas del ojo seco pueden ser persistentes a lo largo del día, especialmente si no se está recibiendo tratamiento o si los factores ambientales que lo desencadenan están presentes. La sensación de cuerpo extraño (como si se tuviera arena en el ojo), el ardor, la picazón o incluso el dolor ocular leve pueden acompañar a la persona durante muchas horas. En condiciones como oficinas con aire acondicionado, uso prolongado de pantallas, viento o clima seco, es común que estas molestias se agraven. Por eso, el seguimiento médico y el cumplimiento del tratamiento son fundamentales para mantener los síntomas bajo control y evitar que se vuelvan crónicos o incapacitantes.
¿El uso de lentes de contacto a la larga pueden influir y causar ojo seco?
El uso prolongado de lentes de contacto puede contribuir al desarrollo del ojo seco, ya que interfieren con la distribución de la película lagrimal y pueden aumentar la evaporación de las lágrimas. Con el tiempo, esto puede irritar la superficie del ojo y agravar los síntomas de sequedad. Por eso, es importante seguir las indicaciones del especialista sobre tiempos de uso, limpieza adecuada y, si es necesario, cambiar a un tipo de lente más compatible con ojos sensibles o con tendencia a la sequedad.
¿No poder enfocar todo el tiempo con los lentes de contacto puede ser un síntoma de ojo seco?
Uno de los síntomas frecuentes del ojo seco que menciona Cleveland Clinic es la visión borrosa o variable, especialmente cuando se usan lentes de contacto. Esto ocurre porque una película lagrimal inestable altera la refracción de la luz sobre la superficie del ojo, dificultando el enfoque. Si una persona nota que con sus lentes de contacto pierde nitidez de manera intermitente o siente que necesita parpadear constantemente para ver con claridad, es probable que haya una asociación con sequedad ocular.

¿Frotarse los ojos puede dañarlos demasiado? ¿Puede ser esta también una de las causas del ojo seco?
Frotarse los ojos de forma habitual puede empeorar los síntomas del ojo seco. Al frotar, se puede irritar o dañar la superficie ocular, desencadenar inflamación y contribuir a la alteración de la película lagrimal. Aunque no se considera una causa primaria de la enfermedad, definitivamente es un hábito que puede agravar el cuadro clínico o interferir con el tratamiento. En lugar de frotarse los ojos, se recomienda usar lágrimas artificiales para aliviar la molestia o aplicar compresas frías.
¿Los lentes de sol pueden ayudar a evitar el ojo seco?
(Mendoza) Hasta cierto punto, en el sentido de que las brisas directas también ayudan a que se evapore más rápido la lágrima. Si estamos en la calle, el viento que viene con la contaminación empeora el ojo seco, sí. No es la principal medida, pero es un contribuyente al cuidado de los ojos.
-Acude con un oftalmólogo, por lo menos una vez al año.
-Si bien la venta de gotas y lágrimas se vende de forma libre en las farmacias, acude antes a un oftalmólogo para que este te de el diagnóstico adecuado.
-Si tienes picazón en los ojos, no es síntoma de ojo seco sino de alergia ocular. Si la padeces, acude a un especialista.
-Además de los consejos mencionados líneas arriba, es recomendable para prevenir la aparición o reducir la gravedad del ojo seco: No exponerse directamente al viento, usar humidificadores, no fumar, mantener una higiene adecuada de los párpados y utilizar lágrimas artificiales preventivamente si se está expuesto a condiciones irritantes.