En el Perú, la carrera de Derecho es mucho más que una profesión: es un legado familiar, en algunos casos, un acto de rebeldía para los más comprometidos con las causas justas y, para otros, también, es un trampolín hacia una vida en la que tú mismo puedes ser tu propio jefe. Con cerca de 130.000 abogados en ejercicio, según estimaciones recientes publicadas por diferentes medios de comunicación en el 2024, a propósito del Día del Abogado, esta es una de las carreras más pobladas y demandadas del país.
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿aún vale la pena estudiar Derecho en un contexto donde la competitividad, la tecnología y también la informalidad plantean desafíos constantes? Dos abogados especialistas brindan a El Comercio un panorama más claro sobre este tema.
El abogado de hoy
Briggitte Bernal es abogada especializada en Derecho Penal y Civil – Familia y cuenta que la decisión de estudiar esta carrera nació en su hogar.
“Mi inspiración siempre ha sido mi padre Gustavo Bernal y mi abuelo Julio Bernal, ellos preocupados por la situación social de aquellas épocas, donde se palpaba mucho más la desigualdad entre hombres y mujeres, desde muy pequeña me inculcaron a ser una mujer fuerte e independiente, fueron ellos quienes me enseñaron a ver en la carrera de Derecho una herramienta para lograr esa autonomía personal”, recuerda Bernal.
Su historia resuena en muchos estudiantes, especialmente en aquellos que provienen de familias con tradición jurídica. Sin embargo, Bernal también enfrentó miedos propios de un estudiante de Derecho: la alta competitividad, las exigencias académicas y la posibilidad de sacrificar su vida personal.
"Uno de mis sueños siempre fue ser mamá, temía que la carrera de Derecho, al ser tan abrumadora, no me permita tener el tiempo necesario para equilibrar mi vida familiar".
Briggitte Bernal , abogada especializada en Derecho Penal y Civil – Familia.
“Al ser una carrera bastante desafiante, uno de mis principales miedos al inicio de la carrera de Derecho fue la alta competitividad en el ámbito laboral… Uno de mis sueños siempre fue ser mamá y tener mi propia familia, temía que la carrera de Derecho, al ser tan abrumadora debido a la gran cantidad de leyes, doctrinas y jurisprudencias que debía estudiar y entender, no me permita tener el tiempo necesario para equilibrar mi vida familiar, personal, laboral y social”, confiesa.

Esa competitividad no es un obstáculo menor. En un mercado laboral saturado, los abogados deben destacarse no solo por sus conocimientos, sino también por su capacidad de adaptación y especialización. A Briggitte Bernal nada de esto la detuvo, pues se mantuvo firme en sus metas personales y también profesionales. Hoy en día es abogada litigante y tiene su propio estudio jurídico.
“Actualmente tengo mi propio estudio jurídico junto a un gran equipo de abogados quienes trabajan bajo una misma consigna, ejercer una defensa activa y acompañamiento en cada etapa de los procesos. Intentamos desfasar el famoso ‘No te preocupes, yo me encargo de todo’. Apostamos por un servicio personalizado, usando herramientas digitales para mantener a nuestros clientes informados en cada paso del proceso”, explica ella sobre su estudio.
Su estrategia, combinada con el uso de redes sociales como TikTok, le ha permitido ampliar su alcance y consolidar su reputación, algo que considera un aspecto clave para quienes desean hacerse abogados hoy en día.
“El marketing digital nos ha ayudado a poder llegar a más personas en todo el Perú, logrando llevar nuestros servicios a distintas partes de nuestro país".
Briggitte Bernal , abogada especializada en Derecho Penal y Civil – Familia.
“El marketing digital nos ha ayudado a poder llegar a más personas en todo el Perú, logrando llevar nuestros servicios a distintas partes de nuestro país, nuestra página web sumado a la buena acogida en TikTok, nos ha permitido ayudar a diversas familias a resolver su situación legal, quienes, a su vez, en agradecimiento, nos recomiendan a sus conocidos y familiares”, dice Bernal.
Fuera de las cortes
Pero el Derecho no se limita a los tribunales, jueces o casos en donde se emite un veredicto. Hans Huerta Solís, abogado especializado en Derecho Empresarial y docente universitario de la Universidad César Vallejo y de la Universidad Tecnológica del Perú, destaca que la carrera ha evolucionado hacia campos preventivos y estratégicos.
“Hoy en día, el abogado no solo es un defensor en los tribunales, sino también un asesor y auditor de empresas, desempeñando un rol preventivo. Su objetivo ya no es solo intervenir cuando surge una disputa, sino también evitar que estas se materialicen, actuando como mediador en muchos casos”, comenta en torno al papel del abogado fuera de los tribunales.
“Hoy en día, el abogado no solo es un defensor en los tribunales, sino también un asesor y auditor de empresas".
Hans Huerta Solís , abogado especializado en Derecho Empresarial y docente universitario.
Este cambio de paradigma ha llevado a muchos abogados a especializarse en áreas como el Derecho Corporativo, la negociación y la resolución de conflictos.
“Es fundamental que los abogados que asesoran a empresas tengan la formación necesaria para maximizar los recursos legales de la organización, reduciendo riesgos y contingencias. De esta manera, podrán llegar a acuerdos favorables y utilizar mecanismos de resolución de conflictos que permitan a la empresa mantener una buena reputación en el mercado, tanto con sus proveedores como con sus clientes”, recomienda.
La diversidad de oportunidades laborales es otro atractivo de la profesión. Además de litigar, los abogados pueden integrarse en recursos humanos, asesorar instituciones públicas o incluso incursionar en áreas emergentes como el Derecho Ambiental o de nuevas tecnologías.

“El Derecho, como campo de estudio y práctica, avanza de la mano de los cambios sociales. Hace menos de 20 años, por ejemplo, no se hablaba de Derecho Ambiental en Perú. Fue gracias a la iniciativa de varios abogados que, al viajar al exterior, trajeron consigo el conocimiento sobre esta área, logrando introducirla en el sistema jurídico peruano y fomentando su desarrollo”, enfatiza Huerta.
“El Derecho siempre estará en constante evolución, adaptándose a los cambios en la sociedad, lo que ofrece a los estudiantes y egresados de Derecho oportunidades en nichos de mercado emergentes”.
Hans Huerta Solís , abogado especializado en Derecho Empresarial y docente universitario.
“El Derecho siempre estará en constante evolución, adaptándose a los cambios en la sociedad, lo que ofrece a los estudiantes y egresados de Derecho oportunidades en nichos de mercado emergentes”, continúa.
Esta versatilidad también se refleja en los ingresos: según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, un abogado en el Perú puede ganar entre S/ 1.700 y S/ 6.598, dependiendo de su experiencia y especialización.
La informalidad como desafío
Pese a los beneficios económicos, profesionales y personales, no todo es optimismo. Los profesionales de Derecho también lidian contra un mercado en el que un tramitador informal puede realizar un trabajo parecido de manera extraoficial a precios más bajos, sin una formación adecuada.
Este panorama no solo es una realidad para los abogados que se especializan en el aspecto legal, sino también en quienes desean emprender. Además, esto no solo afecta los ingresos de los abogados formales, sino también la percepción de la profesión.
“Para decidirse a estudiar la carrera de Derecho, es fundamental contar con una vocación auténtica y un perfil adecuado. Esta profesión requiere habilidades específicas, como la capacidad para redactar de manera clara, facilidad en el uso del lenguaje, y el poder de convencimiento. Además, el abogado debe poseer una vocación de servicio, guiada por valores fundamentales como la justicia, la búsqueda de la verdad y, por encima de todo, el respeto hacia el prójimo”, señala Huerta Solís quien resalta que estas no son habilidades que necesariamente puedan ser halladas en un trabajo informal.

Para muchos estudiantes, el Derecho sigue siendo una opción atractiva por su tradición y prestigio. Pero tanto Bernal como Huerta coinciden en que la vocación y los valores son esenciales.
“Muchos estudiantes de Derecho provienen de familias de abogados y se sienten atraídos por la carrera debido a la tradición o la cercanía con un ámbito social que les resulta familiar. Otros se sienten atraídos por el potencial económico y el reconocimiento social que la profesión ofrece. Sin embargo, el éxito en esta carrera va mucho más allá de estos factores externos. La vocación, los valores y las expectativas personales son esenciales para que el futuro abogado se convierta en un profesional comprometido con el Derecho”, señala Huerta.
Esta vocación, combinada con la capacidad de adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos, es lo que define a los abogados que logran destacar.
El Derecho también ha sabido adaptarse al avance tecnológico. Desde las audiencias virtuales hasta el uso de inteligencia artificial para analizar jurisprudencias, la profesión ha encontrado formas de ser más eficiente y accesible. Esto ha reducido costos y ampliado el alcance de los servicios legales, haciendo que la carrera sea una opción viable para quienes saben aprovechar estas herramientas.
Al final, estudiar Derecho sigue siendo rentable, pero no para todos. Es una carrera que exige dedicación, ética y adaptabilidad. Si el postulante tiene esas virtudes, podrá ser un profesional con futuro exitoso.
"Sí es rentable estudiar la carrera de Derecho, pues la herramienta indispensable de trabajo para un abogado siempre será su conocimiento, habilidad, pensamiento analítico y la oratoria".
Briggitte Bernal , abogada especializada en Derecho Penal y Civil – Familia.
“Particularmente considero que, sí es rentable estudiar la carrera de Derecho, pues la herramienta indispensable de trabajo para un abogado siempre será su conocimiento, habilidad, pensamiento analítico y la oratoria, que, junto al papel y una computadora, muchas veces bastaran para detener una injusticia”, resalta Bernal.
Como una vieja ley que encuentra nuevas aplicaciones, el Derecho sigue siendo relevante, pero solo para quienes están dispuestos a entenderlo como un instrumento de cambio y no solo como un medio de sustento. En un país donde hay muchos abogados y la justicia aún es una promesa pendiente, el Derecho es un compromiso que tiene que brillar entre montones.
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