
El Toyota RAV4 mantiene su espíritu aventurero desde sus orígenes, a pesar de que en los últimos años se acercó hacia un enfoque urbano. Es un vehículo que te invita a salir fuera de la ciudad. Por ello, lo manejamos hacia Tingo María (Huánuco) con la versión híbrida enchufable y comprobamos las prestaciones de este SUV en las circunstancias más exigentes. Aquí te contamos nuestra experiencia en los casi 1.000 km de recorrido.
El Toyota RAV4 híbrido enchufable o PHEV (Plug-in hybrid electric vehicle) es un SUV que no está a la venta en el Perú, pero se puede arrendar a través de la plataforma Kinto Share. A diferencia de la versión híbrida autorecargable o HEV (Hybrid Electric Vehicle) que cuenta con un motor a combustión y un generador eléctrico, la versión PHEV también tiene un motor gasolinero, pero añade un motor eléctrico en el eje delantero y otro en el eje trasero.
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Entonces, se trata de versiones que no solo varían en su equipamiento, sino también en sus prestaciones mecánicas. Mientras que la versión HEV ofrece una potencia combinada de 217,4 hp y una tracción delantera, la variante PHEV que probamos tiene una tracción 4WD y una potencia combinada de 300 hp y 510 nm. De hecho, más allá de la potencia del carro, el sistema de tracción 4x4 que equipa el PHEV fue esencial, puesto que nuestra ruta se realizó en temporada de lluvias y huaicos.
En concreto, la motorización del RAV4 híbrido enchufable o PHEV se compone de la siguiente manera: en el eje delantero ubicamos su motor a gasolina de 2,5 litros que genera 177 hp y 223 nm y un motor eléctrico delantero ofrece 180 hp y 280 nm, mientras que en el eje trasero se encuentra un motor eléctrico que genera 54 hp y 120 nm. Sobre la transmisión, utiliza una e-CVT de seis velocidades.
Teniendo un peso neto alrededor de 1.900 kg, la relación peso-potencia es de 6,3 kg/hp, siendo una cifra muy buena para su categoría. Esta motorización permite que esta versión del RAV4 pueda acelerar de 0 a 100 km/h de seis segundos, lo que fue muy importante para realizar el adelantamiento a otros vehículos en la carretera. Específicamente, esta aceleración no sirvió cuando transitamos entre los tramos de Lima-Canta y Huánuco-Tingo María, ya que encontramos una mayor afluencia de tráileres y camiones circulando a bajas velocidades. Debido a que las zonas permitidas para adelantamiento eran cortas, el adelantamiento tenía que ser rápido, por lo que allí entraron en juego los 300 hp y 510 nm del RAV4.


Por otro lado, al contar con una tracción en las cuatro ruedas permanentemente, percibimos una mayor estabilidad cuando ingresamos a las curvas a una velocidad media y alta. Del mismo modo, también brinda mayor seguridad cuando transitamos con carreteras por donde llueve mucho, tal como nos sucedió en el tramo Tingo María-Huánuco.
Respecto al gasto de energía, esta versión puede recorrer 75 km en modo 100% cuando su batería está cargada, de modo que es muy útil si es que se utiliza en tramos urbanos. En viajes largos por zonas donde no hay cargadores eléctricos, la energía que mueve las ruedas proviene de la combustión. En esa línea, utilizamos 19,5 galones de combustible para recorrer 983 km para la ruta Lima-Tingo María-Lima, quedando 140 km de autonomía en el depósito de combustible de 55 litros (14,5 galones).
Con relación a las emisiones de CO2, esta versión PHEV tan solo emite 22g/km, según el ciclo combinado WLTP. En cambio, un RAV4 a combustión convencional alcanza un promedio de 211g/km. Es decir, la versión que probamos emite casi 10 veces menos emisiones de CO2 que uno convencional. Inclusive, cuando se conduce en modo 100% eléctrico emite 0 emisiones.
Respecto a sus capacidades técnicas, brinda una buena frenada. Hay frenos de disco ventilados en las cuatro ruedas, lo que colabora a que no se sobrecalienten en rutas con muchas pendientes, tal como la que realizamos. Algunos tramos con descensos pronunciados son desde Cerro de Pasco (4.330 metros) hacia Huánuco (1.800 metros) y desde el Abra de la Viuda (4.600 metros) a Lima (100 metros). En nuestra experiencia, estuvimos al tanto del recalentamiento, pero en ningún momento escuchamos chirridos provenientes de las pastillas ni tampoco percibimos un olor a quemado.
La suspensión ofrece un andar cómodo y esto es gracias a que en el eje delantero utiliza un sistema tipo McPherson y en el eje trasero encontramos una estructura de paralelogramo deformable. Esta última es poco usual en el segmento, no obstante es igual muy cómoda y estable, ya que es un tipo de suspensión independiente.

Las dimensiones de este SUV son 4.600 mm de largo, 1.855 mm de ancho y 1.685 mm de alto. La distancia entre ejes es 2.690 mm, la trocha delantera es 1.605 mm y la trocha trasera es 1.625 mm. Entonces, por sus dimensiones es un vehículo compacto, pero ofrece un amplio espacio para el piloto, copiloto y las plazas traseras. Incluso, el maletero también es medianamente amplio con 520 litros. En ese sentido, el espacio para pasajeros y maletero está muy bien proporcionado.
Después de recibir y observar la carrocería, tuvimos la sincera impresión que podía existir el riesgo que se raspe o golpee la zona inferior del parachoques delantero, de hecho siempre estuvimos pendientes no cruzar los baches o rompemuelles altos con mucho cuidado. Sin embargo, nunca se raspó y gran parte se debe a que tiene 180 mm de altura libre al suelo.
Concretamente, en el ángulo de entrada es 17,5°, el ángulo ventral es 16,4° y el ángulo de salida es 20°. Estos ángulos realmente son suficientes como para realizar una ruta hacia Tingo María sin problemas, aunque sería muy riesgoso para ingresar a las dunas o trochas muy pesadas.
Por la noche, el sistema de luces LED nos alumbraron con gran intensidad la ruta, brindándonos una buena visibilidad. De igual forma, el limpiaparabrisas cumplió un trabajo muy importante, ya que experimentamos una lluvia torrencial por la noche en el tramo Tingo María-Huánuco.

Hay que mencionar que tiene un climatizador bizona y que los asientos delanteros son abutacados, deslizables eléctricamente y calefactables. Entonces, el frío de Cerro de Pasco no fue un problema al interior del vehículo.
La ruta de ida hacia Huánuco nos tomó ocho horas y después otras dos horas y media hasta Tingo María. Asimismo debes saber que hay un solo peaje en la ruta y está ubicado a la altura de Ambo (previo a Huánuco).