Enchufe para auto híbrido enchufable
Enchufe para auto híbrido enchufable
/ Shutterstock

Un reciente estudio de la organización ha revelado que los vehículos híbridos enchufables (PHEV, por sus siglas en inglés) emiten casi tanto dióxido de carbono como los , desafiando la idea de que son una solución de transición limpia hacia la movilidad eléctrica. Según datos recabados en miles de unidades en Europa, estos autos apenas reducen sus emisiones en un 19 % respecto a los modelos de combustión.

Aunque los híbridos enchufables prometen funcionar en modo eléctrico durante tramos exclusivos del trayecto, en la práctica muchos todavía queman combustible. El análisis de T&E mostró que incluso cuando operan en modo eléctrico, estos autos consumen un promedio de 3 litros de gasolina por 100 km, generando aproximadamente 68 g de CO₂ por kilómetro. Esto significa que el motor térmico se activa con frecuencia, especialmente en trayectos exigentes o con pendientes, lo que erosiona los beneficios prometidos del modo eléctrico.

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De acuerdo con el estudio, los PHEV emiten en promedio 135 g de CO₂/km, frente a los 166 g/km que reportan los automóviles de gasolina y diésel. Es decir, la brecha entre unos y otros es mucho menor de lo esperado.

Otro hallazgo revelador es la discrepancia entre los ensayos oficiales y la conducción real: los híbridos enchufables duplican e incluso quintuplican sus emisiones declaradas en condiciones de laboratorio. En ciertos casos, los valores reales superan al oficial en más del 400 %, según el análisis de T&E.

Estas emisiones ocultas tienen un costo también para el usuario: alrededor de 500 euros adicionales al año en combustible, debido al consumo inesperado incluso durante los trayectos eléctricos.

Para 2035 todos los vehículos que se vendan en California tendrán que ser eléctricos o híbridos enchufables.
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T&E señala que la industria automotriz está presionando para que los híbridos enchufables sean considerados carros “carbono neutro” bajo normas laxas, pero los datos apuntan a que esta interpretación podría ser engañosa. También advierte que el creciente tamaño de las baterías, pensadas para aumentar el alcance eléctrico, puede acarrear un efecto inverso: más peso, más consumo en modo térmico y mayores emisiones reales.

El debate ahora se traslada a la regulación europea: ¿debe permitirse que estos vehículos cuenten como cero emisiones? Para muchos expertos de T&E, aprobar una norma que exima a los PHEV de responsabilidades reales equivaldría a vulnerar la integridad de las leyes de emisiones del continente.

En suma, este nuevo informe cala hondo en la promesa de los híbridos enchufables: lejos de ser una transición limpia garantizada, muchos revelan sus límites cuando se enfrentan al uso real. La clave residirá en qué definiciones y regulaciones adopten los gobiernos para distinguir entre lo que solo se vende como “verde” y lo que realmente reduce emisiones.

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