Mientras para algunos es el ‘Infierno Verde’, para estos jóvenes el clásico circuito de Fórmula 1 Spa-Francorchamps se convirtió en un parque de diversiones de color blanco, con tan solo una tabla de snowboard jalada por un Nissan GT-R.
Tal parece que ni el duro invierno que afecta el circuito belga pudo contra un motor V6 desarrollando 540 HP, sobre una tracción integral que garantizó la diversión.