Este año el Salar de Bonneville será escenario de la búsqueda de un nuevo récord. El protagonista será un Volkswagen Jetta especialmente preparado para intentar superar los 335 km/h y convertirse en el más rápido del mundo.
La propia compañía alemana ha confirmado que este Volkswagen Jetta ha sido equipado con un motor de cuatro cilindros turboalimentado. Se trata del mismo propulsor que ofrece el Jetta GLI en el mercado norteamericano, pero con una preparación hasta ahora desconocida.
Como vemos en imágenes, este Jetta cuenta con unas llantas específicas que le ayuden a adherirse a la superficie salada del desierto. Además, se le ha instalado una nueva suspensión para poder rebajar el chasis y mejorar considerablemente su aerodinámica.
La seguridad es un tema primordial para este Volkswagen Jetta. Por ello, se ha instalado una jaula de seguridad, un sistema automático de extinción de incendios, arneses de seguridad y un freno aerodinámico desplegable.