

“Si no borras esa publicación en 10 minutos, yo, personalmente voy a enviar un equipo para sacarte arrastrando de tu casa con una bolsa en la cabeza. Maldita egoísta”. Así de tajante se muestra Kees van Zanten (Marcel Hensema), el comandante de la Policía de Ámsterdam al teléfono. Del otro lado de la línea, una influencer se niega a borrar de sus stories de Instagram un mensaje que podría poner en riesgo el operativo policial para reponer el orden en la bella ciudad neerlandesa que, de un momento a otro, vio trastocada esa calma de manera sumamente abrupta. Este es el núcleo de “iRehén”, el thriller que lidera las preferencias en Netflix hace varios días.
Basada en hechos reales, un secuestro perpetrado en una Apple Store de Ámsterdam en el año 2022, esta película dirigida por Bobby Boermans puede verse, más que como un ensayo de ficción, como una poco ambiciosa recreación de hechos planteados de manera cronológica.
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Dejar sus airpods olvidados en un tren le costaron al búlgaro Ilian Petrov, (Admir Sehovic) no solo una pérdida de tiempo y dinero, sino el haber terminado secuestrado por un neerlandés de origen sirio con problemas psiquiátricos. Ilian, como muchos de los clientes que aquel día visitaron el local de la compañía tecnológica estadounidense, ingresó y comenzó a preguntar precios del citado producto. En cierto punto, todo cambió.
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“iRehén” presenta a un secuestrador con una sola dimensión: la de la maldad. Decidido a hacer daño, aunque sin las herramientas ni los ‘conocimientos’ necesarios, Aamar Ajar (Soufiane Moussouli) irrumpe en la Apple Store cubierto casi por completo con una chaqueta estilo militar. Él lleva una mochila con armas y, rodeándolo, hay lo que parecen ser explosivos listos para detonarse.

El ingreso de Aamar a un lugar público desata una serie de decisiones de todo tipo. Los trabajadores intentan poner a buen recaudo a los clientes. La película presenta en este sentido un puñado de héroes, el cual podría ser comandado por Mingus (Emmanuel Ohene Boafo), un servicial y atento vendedor que lleva a unos clientes a una sala contigua a donde Ajar se moviliza.
Como pasa con cada local de Apple alrededor del mundo, muchas de las reglas y disposiciones a su interior son decididas no desde el país donde está la tienda, sino desde Estados Unidos. La hora de cierre, la hora en que la luz se atenúa y finalmente se apaga, o cuándo todo queda en silencio. Este no es un detalle menor porque nuestro protagonista, el secuestrador de origen sirio, puede llegar a creer que cualquier movimiento raro es parte de una operación para dar con su cabeza.
Si el proceder de Aamar es, por decir lo menos, desprolijo, todo lo contrario ocurre de puertas hacia afuera. Dos guardias detectan rápidamente una situación rara al interior de la tienda. Se acercan y, rápidamente se enteran de que alguien ha tomado al menos un rehén. El aviso de los agentes de policía deviene en un despliegue que no escatima en gastos de producción. Desde unidades antibombas hasta francotiradores, pasando por camionetas, automóviles, robots y hasta helicópteros.
Al interior del Apple Store son, por lo menos, tres los escenarios expuestos. El primero, del secuestrador con ‘su rehén’ búlgaro. Segundo, el del primer grupo de clientes de la compañía, bastante nutrido, que logra escapar apenas unos minutos de iniciado el revuelo. Lo hacen de una forma tan silenciosa que Aamar nunca lo nota. Finalmente, un puñado de clientes terminan a pocos metros del terrorista. Encerrados y guardando silencio, pero sobre todo protegidos por Mingus, quien poco a poco inicia contactos con los policías a cargo del operativo de rescate.

Si de analizar el desenvolvimiento de Soufiane Moussouli como Ammar Ajar se trata, toca decir que el actor hace de este terrorista un ser al borde de perder la razón. Estamos ante un energúmeno que, con unas latas de energizante siempre a mano, exige 200 millones de euros (en bitcoins) para “escapar” junto a su rehén. También una limusina en caso toque “morir con elegancia”. No se aprecia un esfuerzo por ahondar en las capas del personaje de Aamar (tampoco en las de Ilian). A ratos despotrica del Gobierno, de la fiscalía y de las leyes que impone la justicia. Dice haber sido “perjudicado”, pero no explica en detalle de qué manera. Se lo dice a su rehén, pero también a la negociadora, Lynn (Loes Haverkort), con quien entabla un diálogo en 2/3 de la cinta.
Lynn es, ciertamente, uno de los personajes que mejor desenvolvimiento tiene a lo largo de los 100 minutos que dura “iRehén”. Es una especie de mando intermedio del área de negociadores de la Policía. Por su paciencia y profesionalismo, logra captar la atención de Aamar, pero, sobre todo, lo disuade para no actuar con violencia en perjuicio del búlgaro Ilian Petrov. “Estoy para ti, pero también para el señor que está a tu lado. Él solo entró a la tienda a comprar algo y no merece vivir este momento”, le dice con sutileza.
Las exigencias de Aamar son tan altas que parece obvio un rechazo por parte de las autoridades. En algún momento de la película, un francotirador apunta con su luz verde objetivo al terrorista y este lo nota. Se desata, entonces, la crisis más compleja durante las horas del secuestro. Aunque cualquiera podría pensar que basta con volarle los sesos al protagonista, tal vez lo que más preocupa a policías y miembros del escuadrón anti bombas es precisamente esto último, que Ammar esconda en su inmensa casaca explosivos de alta peligrosidad.

Lo dijimos líneas arriba: “iRehén” es, más que una película, un ensayo documental sobre lo ocurrido en 2022 en Ámsterdam. A la falta de profundidad del secuestrador, se le puede agregar lo que ocurre con la negociadora, con el jefe del escuadrón anti bombas (que llega a trabajar dejando de lado a su familia) y con el propio director de la policía, quien antes del secuestro estaba jugando ajedrez en una plaza pública cualquiera.
Sin ambición por la profundidad, a los televidentes les queda ver 100 minutos de historia a la espera de su desenlace. No más que eso. En ese sentido, explicar la prolongada estadía de una película como esta en la cima del ránking de Netflix, podría resumirse en, básicamente, las bondades de un algoritmo que te lleva no solo a los estrenos, sino también a lo más ‘likeado’ que, valgan verdades, a veces puede resultar lo más olvidable.
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iRehén/NETFLIX
Sinopsis: iRehén es un thriller fascinante inspirado en el impactante secuestro en una Apple Store de Ámsterdam en 2022. Dirigida por Bobby Boermans (‘Operación Jaula’, ‘Mocro Maffia’) y escrita por Simon de Waal (‘Operación Jaula’, ‘Sleepers’), la película sigue a un hombre de nacionalidad búlgara que asalta un edificio y se encierra en el mismo reteniendo a sus ocupantes en el interior. A través de la mirada del atacante, de los rehenes y de los rescatistas, iRehén nos cuenta una historia tensa y emocionante sobre la valentía, la supervivencia y el impacto duradero del terror.
Elenco: Marcel Hensema, Matteo van der Grijn, Fockeline Ouwerkerk, Louis Talpe, Thijs Boermans
Director: Bobby Boermans
Duración: 100 minutos
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