Tengo unas embarazosas fotos de pequeo regordete con los gigantes anteojos setenteros de mam en la playa El Silencio, cuyo ambiente despus goc enormemente en los ochenta y noventa. Recuerdo los coolers, las sombrillas, snguches, gaseosas y fruta que llevbamos en los setenta y luego, en los ochenta, la llegada de los quioscos en mancha. No puedo decir que no disfrut cuando en la arena te atendan trayndote choritos a la chalaca, cebiche y chelas. Solo si consumas te daban sillas playeras y sombrilla. Hoy esto se acab.
La playa ha sido retomada y est libre de quioscos. Puedo entender la desazn en algunos: limeos como somos, nos encanta que nos atiendan por encima de lo normal, nos encanta que otros muevan el dedo por nosotros (en qu otra ciudad del mundo un autoservicio te empaca las compras y hasta te las lleva en carrito de compras diez cuadras hasta tu casa?). Sin embargo, lo que fue en algn tiempo algo distintivo, curioso y hasta agradable se convirti en un problema, pues una de las playas ms famosas de la ciudad tambin sufri de sobrepoblacin tanto en quioscos como en baistas, lo cual demanda que las reglas y los servicios se precisen y se vuelvan ms claros.
Los quioscos (como ente colectivo) segregaron el espacio para ellos mismos y sus clientes, convirtindolo en un negociado ilegal con silos cerca de la marea, sin higiene, coimas, juergas que continuaban hasta la noche, es decir, sin reglas.
Tengo entendido que se les notific y que no quisieron formalizarse, pero la medida es en beneficio de la ciudadana porque la playa es de todos y todos merecen una playa en las mejores condiciones.
Pero hay que atender a ciertas interrogantes, por ejemplo, despus qu? Las suspicacias apuntan a una playa tomada por las inmobiliarias como las vecinas Seoritas y Caballeros: otrora playas vrgenes, hoy no tienen playa. Por eso, cuando se realizan estas medidas, se debe tener un plan de accin posterior: Qu se pretende hacer con la playa? Qu servicios habr? Dnde estarn los baos? Dnde se podr almorzar? Habr sitios para hacer deporte?
Todo eso es compatible y necesario. Y se necesitan, justamente, respuestas. Habr lotizacin? Esa es la gran pregunta que flota en el ambiente porque precisamente no existe (al menos no lo conozco) un plan posterior.
Uno de los grandes encantos de El Silencio aparte de la forma de su baha, la reventazn de sus olas orilleras, la arena gruesa y el color de su mar es el acantilado beige que le haca sentir a uno estar en una playa escondida, de geografa nica en el mundo.
Precisamente para salvaguardar ese entorno natural puede perfectamente declararse la intangibilidad de esos acantilados; solo as El Silencio seguir siendo la playa cuyos sonidos son el de las olas que revientan, el de los nios corriendo, el de las paletas y pelotas, el de los snguches de pollo y los helados. Lo dems ser el ruido de la modernidad y de esos ejemplos ya tenemos mucho.