Gustavo prepara chicha morada con agua de mar para sus clientes. En su local de chancho al cilindro los turistas en grupo piden dos o tres jarras, y las piden bien heladas: esta maana el sol cae pesado sobre el desierto de Chilca y la garganta se seca con frecuencia.
Gustavo nos lleva a la cocina, abre el cao y dice: Prubenla. El agua sale fresca, con buena presin. Tiene el sabor del agua embotellada que deja en la boca ese leve gusto mineral. Puedes creer que es de mar? Yo hasta ahora no lo creo. Un da rogbamos para que nos llegue agua al pueblo y al otro ya tenamos abastecimiento de 12 horas diarias, proveniente del ocano, dice.
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Hace algunos aos, el pequeo distrito de Chilca, conocido por sus piscinas naturales de barro, se abasteca de agua con cisternas y dos pozos. Sus casi 40 mil habitantes solo podan usar sus caos tres horas al da. En el poblado anexo de Las Salinas era peor: a veces solo haba agua por 30 o 40 minutos. Todo esto cambi en julio del 2016.
A pocos minutos del restaurante de Gustavo opera Fnix, una central termoelctrica que se instal aos atrs para aprovechar la cercana con el ducto de Camisea. La empresa decidi instalar una planta desalinizadora de agua de mar para favorecer a unas7.000 personas de esta zona, que padeca de estrs hdrico.
Pero el milagro de convertir agua de mar en potable tuvo un impacto que nadie haba calculado. Comenzamos a ser conscientes de la importancia de este elemento y de la dificultad para obtenerlo, dice Gustavo.
Este no es el nico proyecto de desalinizacin en el pas, pero es uno de los que ms huella ha dejado. Hace unos 10 aos la minera Milpo puso en marcha una planta de smosis inversa en el yacimiento Cerro Lindo, en Chincha, que us en la extraccin de minerales. En el 2010 la empresa Vale instal una desalinizadora para su mina de fosfatos en Bayvar. Hay plantas de menor escala usadas en la agricultura en Trujillo, Lambayeque y Arequipa.
Recientemente, Pro Inversin adjudic a la empresa espaola Tcnicas de Desalinizacin de Aguas S.A. la concesin, por 25 aos, de un proyecto que permitir dotar de agua potable a los balnearios del sur de Lima, a travs de la desalinizacin del agua de mar, que comenzar en el 2017.
Sin embargo, estas iniciativas no compensan la escasa conciencia ciudadana: muchas veces los limeos no valoramos los beneficios del sistema. Uno abre el grifo y el agua ha pasado por todo un proceso de potabilizacin que termina subiendo varios pisos por las caeras y sale a presin hasta el bao de nuestro departamento, dice Yolanda Anda Crdenas, gerente de Produccin y Distribucin Primaria de Sedapal.
La situacin actual La ONU precisa que cada persona necesita al da unos 50 litros de agua para alimentarse y asearse. En Lima, la segunda ciudad ms grande ubicada sobre un desierto, despus de El Cairo, hay distritos donde cada usuario llega a utilizar casi nueve veces esa cifra, mientras que en otros el consumo apenas supera la tercera parte.
Para evitar el estrs hdrico en Lima, la reserva Sistema de Lagunas de la cuenca del Rmac debe almacenar ms de 250 millones de metros cbicos a mayo, segn Sedapal. Pero la escasez de lluvias registrada en los ltimos meses del 2016 y la lenta recuperacin de las precipitaciones en algunas zonas del pas han ocasionado que los reservorios todava no hayan almacenado suficiente recurso. Tal es as que a la fecha las reservas para la capital estaran en su nivel ms bajo de los ltimos siete aos.
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