El Ministerio Público y la División de Lavado de Activos de la Dirincri (Divila) investigaron el 2010 al alcalde Carlos Burgos Horna por un presunto blanqueo de dinero y, según documentos a los que accedió El Comercio, se halló en su poder bienes ascendentes a unos S/.10 millones, entre empresas, inmuebles y vehículos en Lima y provincias.

Ese año, la Fiscalía Provincial Penal 33 de Lima, a cargo de Patricia Torres, ordenó a la Divila hacerse cargo de las pesquisas. La investigación encontró que el actual alcalde de San Juan de Lurigancho había constituido 8 empresas y que solo entre 3 (Publibur, Boga e Intermovil) se contabilizó la propiedad de 18 inmuebles en Lima, Piura y Chiclayo, así como 41 autos, camionetas y camiones de carga.

Esas tres compañías, que iniciaron operaciones a fines de los noventa con un capital inferior a los 5 mil soles, registraban un patrimonio total de más de S/.10 millones al momento de la investigación.

HÁBEAS CORPUS SALVADOR La Fiscalía pidió que se levante la reserva tributaria y el secreto bancario de una cuenta de ahorros en el Banco Continental del burgomaestre, así como de 13 familiares y socios, pero la presentación de un hábeas corpus bloqueó la etapa final de la investigación.

El Comercio entrevistó a la fiscal Torres, quien confirmó los hallazgos de la Divila, pero denunció graves irregularidades en la tramitación del caso. “No querían que continuemos con la indagación y la paralizaron con un hábeas corpus presentado por los coinvestigados del alcalde, pero él resultó siendo el principal beneficiado”, reveló.

¿CUENTAS CLARAS? La investigación fiscal del 2010 no ahondó en el patrimonio de las otras cinco empresas. Tres de ellas siguen vigentes (el colegio privado Emprendedores de San Juan, la concesionaria de autos CD Car y la procesadora de alimentos La Diosa) y registran a Burgos como gerente o gerente general. Continúan generándole rentas, pero se desconoce a cuánto asciende este patrimonio.

Lo extraño es que estas tienen la misma dirección y teléfono de sus empresas de publicidad, pese a dedicarse a rubros totalmente diferentes. Asimismo, las declaraciones juradas que Burgos está obligado a presentar a la contraloría anualmente, desde que fue elegido alcalde, registran a la fecha un 80% menos de bienes que los que tenía al iniciar su gestión.

Así, de los poco más de 782 mil soles que dijo tener como patrimonio personal el año 2007, en su último registro del 2012 solo reportó 171 mil soles. ¿Transfirió sus bienes a terceros? ¿No los declaró? Son temas que el alcalde Burgos debería explicar.

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