Fernando Zavala acudió al Congreso el jueves por la tarde a sustentar la cuestión de confianza presentada. Usó instrumento legal, opinan analistas. (Foto: Hugo Pérez/ El Comercio)
Fernando Zavala acudió al Congreso el jueves por la tarde a sustentar la cuestión de confianza presentada. Usó instrumento legal, opinan analistas. (Foto: Hugo Pérez/ El Comercio)
Juan Carlos Tafur

Hace un par de semanas, el premier, Fernando Zavala, le comentó a un grupo de allegados, estando aún en curso la huelga magisterial, que si el fujimorismo planteaba una censura a la ministra, él hacía cuestión de confianza de todas maneras. La huelga, como se sabe, ya terminó, pero la decisión aparentemente agarró dinámica propia y terminó plasmándose, a pesar del término del conflicto sindical.

El politólogo Fernando Tuesta advierte que “el Gobierno ha emprendido un camino que no tiene retorno. La solicitud del pedido de confianza es quizá la primera respuesta política de un gobierno que ha sido dubitativo y hasta temeroso ante la fuerza de los votos del Congreso. Sin embargo, de la misma manera que el Congreso tiene instrumentos de control político, como la interpelación y la censura, el Gobierno tiene como contrapeso la solicitud de confianza y la disolución constitucional del Parlamento. Este choque de poderes puede llevar a escenarios desconocidos hasta ahora en nuestra historia. Pero un uso responsable y pegado a la Constitución no tiene por qué destruir el edificio institucional, como ocurrió en 1948, 1968 y 1992. El Gobierno ha sido elegido para gobernar, por lo que debe hacer uso de los instrumentos legales para que no se le impida hacerlo. Esto requerirá realizar coaliciones políticas, que hasta ahora no ha impulsado”.

Lee la nota completa hoy en la edición impresa de la revista Somos

Contenido Sugerido

Contenido GEC