"Entrenamos para la vida. Así, las habilidades que no se entrenan, se pierden". (Foto: iStock)
"Entrenamos para la vida. Así, las habilidades que no se entrenan, se pierden". (Foto: iStock)
Claudia Ugarteche

Hace unos días, una alumna me contó que su doctor le recomendó —por un asunto de edad— hacer únicamente trabajo de fuerza en el gimnasio. Ella practicaba un poco de todo, y esa indicación fue una señal de alerta.

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“¿Debo dejar de hacer lo que me divierte porque corro el riesgo de perder masa muscular, luego densidad ósea, luego lesionarme y, por ende, ¿ya no puedo hacer nada más?”.

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Nora Sugobono

Quizás suene un poco fatalista. Por un lado, sí: debemos escuchar a los especialistas; por el otro, también es vital despertar al rebelde que llevamos dentro. No hay mayor acto de rebeldía que informarse. El que se informa no se deja gobernar: se vuelve un aliado, no un seguidor obediente. Cuando estés ante una situación similar, que te haga cuestionar algunas de tus rutinas o capacidades, te propongo que —antes de tomar decisiones— empieces por hacerte este cuestionario.

  • ¿Por qué me recomiendan un determinado cambio? (razón técnica).
  • ¿Quién lo dice? (fuente fidedigna).
  • ¿Con qué objetivo? (¿cómo aplica a mi caso?).

Al mismo tiempo, te sugiero que recuerdes las habilidades que debes conservar. Entrenamos para la vida. Así, las habilidades que no se entrenan, se pierden. Toma nota de ellas:

  • Capacidad cardiovascular.
  • Movilidad.
  • Coordinación.
  • Flexibilidad.
  • Agilidad.
  • Salud mental.

Después de esa primera parte, te sugiero terminar con estas tres preguntas finales, aunque esta vez te ayudo con la respuesta.

¿Te han recomendado un deporte por salud?

¿Realmente te ves haciéndolo? Si no, es una señal de alerta. Comparte toda tu información con quien cuida tu salud.

¿Aún sientes el deporte como castigo?

No dejes de buscar lo que te haga feliz. Eso es lo sostenible.

¿Tienes claro la persona que quieres ser, pero te parece imposible?

Nada lo es. Mantén vivo al rebelde: entrena con propósito, reclama tus sueños, potencia tus habilidades. Ahí está tu causa. //

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