Redacción EC

Basta con ver las historias de Instagram de Dododonuts para observar a todas las personas que se reúnen diariamente en la puerta del local a la espera —el anhelo, más bien— de llevarse alguna de las seis variedades de donuts, y nueve de bombas, que hay en su vitrina. Son, sin duda, la gran sorpresa del verano. Un concepto redondo (perdonarán el cliché).

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La idea empezó a cocinarse hace dos años, entre los primos Stéfano Alcántara (tatuador peruano que vive entre Miami y Nueva York) y el chef y maestro pastelero Renato Peralta. Inicialmente, pensaron abrir un café en alguna ciudad de Estados Unidos, pero finalmente el concepto aterrizó en tener un local en Lima especializado en una de las grandes pasiones de Renato: las donuts. Al proyecto se sumó la chef y asesora gastronómica Jimena Larrea, y todos se pusieron manos a la obra.

Con menos de tres semanas de apertura, Dododonuts ya tiene 15 sabores en su carta. Todos los productos son para llevar (no se comen en el local; tiene tan solo 40 metros cuadrados) y, aparte, encontramos también el cold brew de Harry Neyra. En cuanto a los sabores, hay donuts de nutella, chocolate, frambuesa, naranja, maíz morado y clásico; y bombas de pesto, jamón y queso, Boston cream, cheesecake de fresa, lúcuma, choconaranja, manjar, limón y arándanos y maracuyá.

Dice Renato que las saladas se acaban con bastante rapidez. Mientras tanto, su taller ya duplicó su personal. Lo que se viene es su entrada en aplicativos y, más adelante, trabajar para surtir de donuts a otras cafeterías de la ciudad, además de implementar el servicio de cátering. Se acercan cosas ricas. //

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