
A veces me quedo pegada mirando los videos de Instagram de Heine Herold (@heine_herold), cocinando cuando llega a casa después de un día de trabajo, o aprovechando algún fin de semana que tiene libre. Acá estamos hablando de temas serios: nada de tortillas ni batidos ni ninguna de esas cosas. Lo suyo son guisos potentes, pastas abundantes, sánguches generosos y desbordantes. ‘Food porn’ en todo su esplendor. Me quedo mirando, pero luego dejo el celular porque son las once de la noche y no son horas para antojarse de unas lentejas con chorizo y arroz con choclo. Así que tomo nota, y reviso lo que hay en Melange —su restaurante miraflorino— para ver qué me provoca probar en mi próxima visita.
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Heine no decepciona cuando se trata de sabor, tanto en variedad como en potencia. En la mesa de Melange aterrizan distintas referencias culinarias: desde el Sudeste Asiático o el Mediterráneo catalán, hasta el norte peruano o nuestra gloriosa Amazonía. En ese juego de técnicas y mezclas radica su esencia. En su reciente carta Primavera-Verano nos encontramos, por ejemplo, con unas croquetas de arroz a la cubana, con plátano asado, cecina, arroz inflado, alioli carretillero y huevo de codorniz a la inglesa montado; o con un intenso tiradito XU, con pesca artesanal en leche de tigre de kimchi y parmesano añejo, hongos shitake, encurtidos, crujientes de plátano y algas cushuro. Por ahí va el hilo conductor.

Tras un año al frente de este espacio, el colorido de la carta se mantiene. Algunos clásicos continúan siendo parte de la oferta, pero también hay lugar para la innovación, constantemente. Sus langostinos al ajillo norteño son una fiesta en el plato, tanto que podría faltarnos pan para remojar en esa salsita una y otra vez. Si puedo recomendar un fondo —con el que yo me quedo— es el arroz meloso mar y tierra, con sabores anticucheros, malaya frita, calamares y frejolito verde. Mejor si se comparte, pero hay quienes se lo terminan solos. En ambos casos es un acierto.

Recuerden que Melange está ubicado en un semisótano: es decir, no verán el local desde la calle, a excepción de un cartel que indica su ubicación. El local es superamplio y cuenta con una extensa terraza que no solo es ideal para los días de luz, sino que también está disponible para eventos privados. Tomen nota y me cuentan. //
Un buen comienzo
La coctelería en Melange es uno de sus puntos fuertes, y se me hace irresistible empezar una visita por aquí sin antes pedirme un Negroni Paradise. Versión transparente del clásico cóctel, esta vez hecho con gin Tanqueray London dry con aceite de coco, Luxardo bianco infusionado en piña deshidratada y Vermouth bianco. Todo lo que está bien en la vida.
Para cortar la semana
Todos los martes son martes de salsa en Melange, a partir de las 7 p.m. Hay música en vivo y, quien quiera bailar, baila. Buen plan para una noche de verano con amigos.
Cuidando el bolsillo
Si son suscriptores de El Comercio (espero que lo sean), pueden acceder al 20% de descuento en platos a la carta, hasta fines de junio. Mejor oportunidad para probar este menú no hay.