Cada pieza de la marca se produce en cantidades limitadas y representa con detalle la magia del trabajo artesanal. (Fotos: Mulata)
Cada pieza de la marca se produce en cantidades limitadas y representa con detalle la magia del trabajo artesanal. (Fotos: Mulata)

En un rincón cálido y lleno de texturas, nace una nueva forma de entender la moda peruana de la mano de una marca local con estilo propio y cerca de una década de experiencia. Ubicado en San Isidro, el universo de Mulata (en Instagram) convierte el tejido artesanal en declaración de estilo, con piezas hecha a mano y máquina bajo una dirección artística que equilibra lo elegante con lo duradero.

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“Mulata es esa fusión entre elegancia y atemporalidad”, explica Kiara Rodrigo, creadora de la firma. Su propuesta se aleja de las modas pasajeras y se centra en la calidad: prendas en ediciones limitadas que combinan técnicas tradicionales con un enfoque contemporáneo, fabricadas con las bondades de materias primas locales, como el algodón y la alpaca.

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Juan Carlos Fangacio
Conexión natural

El flamante espacio de Mulata, liderado por la peruana Kiara Rodrigo Kahatt, se ubica en Miguel Dasso 126, tienda 305. Ahí, las clientas pueden conocer a detalle las prendas de sus ocho líneas, desde piezas ‘handmade’ hasta vestidos ‘couture’ y básicos de armario. También puede visitar y comprar vía web en mulata.pe/shop.

La marca espera lanzar pronto su línea de accesorios y prendas para mascotas. (Foto: Mulata)
La marca espera lanzar pronto su línea de accesorios y prendas para mascotas. (Foto: Mulata)

Este nuevo local se organiza en ocho líneas diferenciadas por etiquetas visibles: ‘Handmade Pieces’ (la línea insignia tejida 100% a mano), ‘Handmade Iconics’ (los favoritos que siempre regresan), ‘Handmade Couture’ (vestidos de acabados elevados), ‘Knitted Pieces’ (tejidos a máquina industrial), ‘The Essentials’ (básicos funcionales para el armario), ‘Wander World Pieces’ (curaduría global en alianza con artesanos), ‘Mulata Kids’ y la próxima ‘Mulata Dog’, para quienes también quieren hacer ‘match’ con su mascota a través de piezas especiales.

“Tener un espacio físico nos permite mostrar qué es realmente Mulata: ver, tocar, asesorar, adaptar, una experiencia de moda para los sentidos”, añade Rodrigo. Como gran parte de su producción es por ‘pre-order’, la tienda también se convierte en un punto de contacto directo con cada clienta, con el fin de crear la prenda soñada.

Comprometida desde sus inicios con el ‘slow fashion’, la marca también destaca por trabajar con tejedoras independientes y talleres locales bajo condiciones justas, produciendo en pequeña escala, evitando el excedente de stock y priorizando materiales que resistan el paso del tiempo. En Mulata, cada puntada está tejida con intención y con alma. //

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