
Apreciadas en la Amazonía por sus cualidades medicinales, energéticas y afrodisíacas, las raíces y cortezas de los bosques se utilizan como insumos de licores y macerados por generaciones.
Muchas familias tienen sus propias recetas —algunas se guardan en secreto—, cuyos preparados se suelen encontrar en lugares como el famoso pasaje Paquito del Mercado Belén, en Iquitos, o en licorerías, restaurantes y puestos de suvenires turísticos. Se exhiben esas populares damajuanas y las clásicas botellas con etiquetas de nombres tan pícaros que pueden hacer reír y avergonzar a muchos.
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El 7 Raíces, SVSS (Siete Veces Sin Sacar), LL (Levántate, Lázaro) o el RC (Rompe Calzón), son algunos de los más populares y se encuentran en cientos de presentaciones. Para no perder la tradición, la coctelería amazónica contemporánea ha integrado la potencia de las cortezas y raíces a las recetas de sus nuevas creaciones, difundiendo al mismo tiempo el conocimiento tradicional que ellas guardan, incluyendo (por qué no), sus bondades a favor de revivir la libido dejada en el olvido. Mito o verdad, estas bebidas son parte fundamental del consumo y la cultura popular.

Magia en la copa

En Tarapoto, en las barras del restaurante La Patarashca y su cafetería Suchiche, disfrutan jugando con los insumos de la Amazonía en su coctelería, no solo por revalorarlos, sino también por su especial sabor y propiedades. “Los macerados nacen como remedios medicinales en la cultura amazónica y poco a poco fueron influyendo como afrodisíaco porque contribuían con ciertos atributos al momento de ingerir ese tipo de bebidas. Se utilizan distintas cortezas y se mezclan con miel de abeja. Un claro ejemplo es el ‘llama llullo’, que nosotros poseemos y trabajamos en nuestra barra”, nos comenta Tom Ramírez, bartender del grupo La Patarashca. El ‘llama llullo’ es un macerado que contiene propóleo, miel de abeja y 7 raíces, y se le conoce también como ‘hacer bebe’.

“Cuando lo tomas puro —dice Cindy Reátegui, gerenta del grupo— sientes que se calienta el cuerpo y despierta sensaciones”. Tom enfatiza en que lo afrodisíaco se relaciona con las bebidas que calientan el pecho y dan la sensación de calidez, como las alcohólicas. “Tenemos ejemplos de que no es solo un mito, siempre y cuando consumamos el insumo puro, mientras más elaborados sean no tendrán la misma efectividad”.
Síganme los buenos
En el caso del restaurante Huambra, al inicio de sus operaciones, solo ofrecían uvachado porque el pudor era más fuerte. No se atrevían a tomar ese lado pícaro de la selva y tener en su carta nombres vinculados al deseo sexual. Sin embargo, los propios comensales comenzaron a pedirlos y, entre broma y verdad, fueron apareciendo los macerados, licores y cócteles como el Charapita Ardiente o 3 Veces Contra La Pared. Además, tienen una versión del clásico negroni con chuchuhuasi.

“Si funcionan o no funcionan, eso está en cada uno, pero dentro de la creencia popular y, en general, en los chicos, se utiliza mucho”, comenta el iquiteño Juan Pablo Mansilla, chef y dueño de Huambra, restaurante que está estrenando nuevo local en la calle Porta de Miraflores. Aquí, son muy pedidos los macerados y licores de este perfil, entre ellos Levántate Pájaro Muerto o, el más conocido, Levántate, Lázaro: “Es una mezcla de raíces en cuyo macerado suelen tener las gónadas del achuni (coatí o mishasho), aunque, últimamente, las casas ya no los preparan así. Los macerados normalmente llevan la raíz dentro de un pomo de vidrio, se agrega miel y cañazo puro”.

Por otro lado, para Aldo Yaranga del restaurante Awa, lo afrodisíaco está ligado al sentir popular del amazónico: “Hay un conocimiento ancestral detrás que formula que sí debe tener acción energética y cura ciertas dolencias. Si sirve o no como afrodisíaco, imagino que depende de cada persona”, comenta Yaranga. En su apuesta por una gastronomía que da valor al insumo, hizo pruebas junto a su bartender Romario Aire y una damajuana de 7 raíces guardada por más de dos años. Así, nos presentaron dos cócteles de 7 raíces en una versión fresca con destilado de caña, frambuesa y zumo de limón mandarino de San Martín y, además, un aperitivo. Y, por su puesto, el 7 raíces seguirá siendo un insumo más de la barra. “Nuestra coctelería es clásica, simple y limpia”, destaca Aire.

Este 14 de febrero será motivo para probar cualquiera de estos cócteles o macerados amazónicos y resolver por cuenta propia —o en pareja— el misterio de sus particularidades afrodisíacas. Salud con todos. //
-El popular macerado amazónico de 7 raíces suele estar compuesto por las cortezas del chuchuhuasi, uña de gato, fierro caspi, murare, icoja, sangre de grado, cumaceba, zanango, tamborhuasca y clavohuasca. En ocasiones, puede cambiar alguna de ellas.
-El chuchuhuasi es un árbol de corteza marrón rojiza. Es muy usado en los macerados tradicionales de la selva por sus propiedades medicinales (como combatir resfríos), es antiinflamatorio y se consume como afrodisíaco.
-Encuentra más información de estos restaurantes y su coctelería en sus páginas de Instagram: La Patarashca (@lapatarashcarestaurante), Huambra (@huambrarestaurante) y Awa (@awa.lima).

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