Tintonero: la deliciosa propuesta que nos hace volver a las raíces del vino

26/06/2021 18H13

Instinto es un proyecto familiar, una aventura por crear vinos distintos, blends únicos, mostrando con orgullo las características del valle de origen. En palabras de Felipe “Siempre quisimos hacer un vino a nuestra medida, que nos identificara, sin la necesidad de seguir tendencias comerciales y que nos permitiera participar en todas las etapas del proceso. Es ahí donde nace nuestro primer vino “de garage”, en la búsqueda por volver a las raíces del vino”.

Busca ser un verdadero vino de garage, ya que producen menos de 9,000 botellas al año para poder mantener un proceso artesanal que asegura la altísima calidad. Felipe dueño y enólogo de la bodega se preocupa por participar desde la vendimia, seleccionando las mejores uvas, hasta la vinificación así se asegura que cada cosecha trae consigo los mejores vinos.

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Él era enólogo en una de las bodegas más importantes de Chile hasta que renunció a todo para, elaborar un vino que volviera a las raíces, sin seguir las tendencias. Así nació Instinto buscando crear vinos con nombre propio y apellido. Viendo que hacer el mejor vino que sea posible con cada cosecha. Tanto así que es usual que los blends cambien de año a año.

Siempre en permanente búsqueda de uvas de excelencia a lo largo del país, que, cosechadas a mano, sean capaces de expresar lo mejor de cada valle y que le permitan ofrecer cada año combinaciones distintas de vinos tintos y blancos. Este vino es producido de forma artesanal, las variedades fueron vinificadas por separado, tuvieron una maceración de 30 días. No son filtrados ni clarificados y tienen un 100% envejecimiento en barricas viejas de roble francés por 9 meses. Tiene 88 puntos Tim Atkins y 92 puntos James Suckling por mencionar algunos reconocimientos.

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Entre los valles más importantes que Felipe recorre están el valle del Elqui de donde ha obtenido el Syrah, fruta que resulta con gran concentración e intensidad producto de las características del valle (semidesértico y con gran exposición solar). Del valle de Colchagua ha obtenido Carmenere, de viñedos plantados en una ladera de cerros de gran pendiente y de suelos poco profundos que permiten que la uva madure para producir vinos redondos y amables.

Del valle de Rapel, ha obtenido excelentes uvas Cariñena y Syrah, para excelentes mezclas de tintos,

Sin embargo, en el futuro Felipe podrá cambiar de uvas y valles, en tanto identifica la mejor calidad de cada uva, siendo así la mezcla de cada año, una nueva aventura a probar.

Vista: Es un vino de color violeta intenso en el centro de la copa, mientras que en los bordes se van mostrando tonos rojizos.

Olfato: Empieza con notas de eucalipto, menta fresca, pimienta negra y clavo de olor, pasando después a toques de frambuesa, cerezas, y moras. Los minutos pasan y van saliendo toques tostados delicados, así como un recuerdo a hierba fresca y tierra.

Gusto: La entrada es amable, frutal, sabrosa, es un vino que generoso que envuelve el paladar y se mantiene en boca de forma muy placentera.

Maridaje: Vino perfecto para pescados con contenido graso mayor como el salmón, paiche o el atún a la parrilla, pastas con sabores intensos, guisos de carnes y por supuesto perfecto para las carnes a la parrilla.