Paolo Guerrero presentó recurso al Tribunal Federal Suizo. (Foto: USI)
Paolo Guerrero presentó recurso al Tribunal Federal Suizo. (Foto: USI)

Querido Paolo. Soy crema, pero fui amigo entrañable de Constantino Carvallo y eso nos hermana. Enseñé diez años en Los Reyes Rojos, mis tres hijos estudiaron en ese colegio al que tú y yo le debemos tanto.

He releído unas líneas escritas por Constantino, nuestro maestro: “Llegué a la división de menores hace seis años. Allí doscientos niños de los tugurios de Lima la horrible acuden buscando encontrar una manera de torcerle el pescuezo a la pobreza. Algunos son negros; la mayoría, mestizos. Casi todos están mal nutridos, son poco educados”.

Recuerda que juegas más por ellos, Paolo, por una multitud hambrienta y marginada del país. Por millones que carecen de educación y persiguen en su ceguera un ejemplo moral: ese es el signo de tu sagacidad, tu nobleza y tu energía implacable.

He recordado que una mañana, en una clase de Educación Física, corrí al lado de Wally Sánchez. Él apenas se movía, tocaba levemente la pista de arcilla con las plantas de sus pies. Miré sus zapatillas, estaban radiantes. Él lo notó y me dijo: “Me las acaban de regalar, no las quiero malograr”. Así cuidaba cualquier chico necesitado un tesoro que lo sintiera lejano; ahora esa joya, para la afición, es el Mundial de fútbol y queremos que estés presente. 

Esta nota fue publicada el 08 de diciembre del 2018 en la edición impresa de la revista Somos

Contenido Sugerido

Contenido GEC