"El movía la boca, pero quien hablaba era Torre Tagle, confirmando una vez más los estrechos vínculos entre la más fina literatura y la diplomacia peruana"(Foto: Agencias)
"El movía la boca, pero quien hablaba era Torre Tagle, confirmando una vez más los estrechos vínculos entre la más fina literatura y la diplomacia peruana"(Foto: Agencias)
Jaime Bedoya

La primera gira internacional del y su sombrero ha sumado antes que restado: Le ha adicionado un protagonista más a su gobierno bicélafo.

Esta tercera cabeza, sin duda la más estructurada y mejor amoblada, es la que representa Torre Tagle.

Las capacidades de cada testuz fueron reveladas por las diversas performances del presidente. En México y en Washington tuvimos el pensamiento Castillo en estado químicamente puro, gracias a lo que él mismo y el embajador Forsyth (designado por su dedo índice) consideran sus virtudes para la improvisación.

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Estas le valieron– en el propio México- ser comparado con un grande de grandes, Manuel Moreno Es como que cante en una peña de New Jersey y alguien lo compare con Frank Sinatra.

Alguien muy borracho.

En cambio, ante la Asamblea General de la ONU la fonomímica presidencial fue admirable. El movía la boca, pero quien hablaba era Torre Tagle, confirmando una vez más los estrechos vínculos entre la más fina literatura y la diplomacia peruana. Fue una ficción profesional que tenía por tarea ordenarle las ideas bajo el sombrero.

El problema es que la literatura construye una realidad imaginaria que no existe como tal en la realidad.

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Así, cuando el presidente condenaba al terrorismo, el cadáver de Abimael Guzmán llevaba diez días congelado ante su inacción. Mientras proclamaba defender a la mujer, mantenía a un premier misógino que se entretenía petardeando a larga distancia a su canciller. Y, antes de reafirmar su vocación democrática ante el mundo, ya se había reunido a escondidas con el dictador Nicolás Maduro. Mis respetos a ese poeta no correspondido de la Cancillería

Sin embargo, intentando ser positivos en esta primavera cruel, volvamos a la médula del pensamiento Castillo en busca de una salida a su laberinto lingüístico. Dos casos.

1) La inseguridad empresarial y el misterio de ¡fuerza, adelante!

Cuando dijo: Hay que darles (a los empresarios)todas las garantías. El Perú también tiene en las calles inseguridad, pero para eso está el gobierno…!Fuerza, adelante ¡

Quiso decir: Las garantías de seguridad referidas son aquellas destinadas a poner a lo empresarios a salvo de Los Malditos del Rolex. El resguardo de las inversiones empresariales escapa a su voluntad, tal como lo señala el ideario de Perú Libre firmado por Vladimir Cerrón.

La arenga final- ¡Fuerza, adelante ¡ - es un pensamiento lateral dirigida a uno de los íconos mas próximos al corazón de los peruanos: Gianluca Lapadula. Es un mensaje de aliento ante el constante abollamiento físico que sufre en defensa de la blanquirroja, arenga que el ítalo peruano parece haber absorbido cabalmente. Al día siguiente anotó tres golazos que reavivan el ánimo frente al Perú - Chile. El todo por el todo.

2) La redundancia como expresión de redoblada voluntad al cuadrado.

Cuando dijo: “…concretar un hecho concreto…”

Quiso decir: El presidente alberga un ánimo reiterado por el bienestar del prójimo, sentimiento que recurre al pleonasmo, rasgo consolidado en expresiones como subir arriba o entrar adentro, para manifestarlo. Maestro de este recurso es José Puma Carranza, autor de una máxima multiuso que se hubiera podido adosar tranquilamente al final de este enunciado sin hacerle perder potencia:

“… la Celac hoy en día debe concretar un hecho concreto: la U es la U”.

Respecto al desempeño del sombrero durante la gira solo queda calificarlo de enhiesto, pulcro y siempre en su sitio.

O como diría Luis Almagro, secretario general de la OEA deslumbrado por el enigmático verbo del presidente Castillo:

- “! Excepcional ¡”

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