¿Qué viene ahora, tras la temprana eliminación? Aquí, tres tares necesarias para discutir si queremos que el regreso a los Mundiales no sea un milagro sino una costumbre. (Foto: EFE)
¿Qué viene ahora, tras la temprana eliminación? Aquí, tres tares necesarias para discutir si queremos que el regreso a los Mundiales no sea un milagro sino una costumbre. (Foto: EFE)
Miguel Villegas

Perú está eliminado del . Son las cinco palabras más crueles que he escrito en los últimos 7 meses. Pero como esto sigue, hay que levantarse y caminar. Treinta y seis años haciendo este ejercicio sirven para saber que, en la alegría más increíble y en la tristeza más grande, solo sirve mirar el futuro.

Renovar a Ricardo Gareca

no es el mismo que llegó en 2007 a la ‘U’, ni el que estaba eliminado todo el primer año de Eliminatoria ni el que acaba de perder sus dos primeros partidos en Rusia. El Tigre es hoy un técnico mundialista, es decir, un entrenador top que cotiza distinto en la bolsa e ingresa –precisamente por este camino hecho- en la órbita de selecciones que en otro tiempo ni siquiera lo hubieran mirado. Esa condición le permite una negociación diferente, mejores ofertas y no es plata: ahora ya no depende de cuánto lo quiera Perú –que lo quiere el 99% de la gente, según encuestas. Ni Papa Noel- sino de cuánto quiera él. De qué quiera él. ¿Qué información existe hoy sobre el tema? La federación le ha hecho conocer sus intenciones de que se quede y ha sido respetuosa de su decisión de conversar post Mundial. Es decir, en breve. Pero si algo puede hacer Oviedo y Oblitas, Matute y Romina, es seducir al Richard de continuar un proyecto con todo a favor y que, básicamente por eso, pinta muy difícil: llevar a Perú al Mundial luego de 36 años y presentar un equipo tan combativo en el torneo. Superar eso es una proeza. Es escalar el Himalaya dos veces. 

Sostener el plantel mundialista 

Sin , , y , este Perú 2018 tiene un promedio de 25 años y monedas. Es decir, tiene una Eliminatoria más, mínimo. Es decir, podría llegar a Qatar con 8 años de juego, dos procesos mundialistas para toparse con errores de todos los tamaños y tiempo para corregirlos. Ligada a la renovación de Gareca, la selección peruana necesita continuidad y un plan de competencia que incluya, además de la Copa América de Brasil el próximo año, un calendario acorde a su nueva condición en los ránkings FIFA: más rivales como Alemania –amistoso pactado ya post Rusia- y menos parecidos a Trinidad. Ese mano a mano permitirá a Aquino, por ejemplo, ser todavía más ese medio de garantía ante cualquier lesión de Tapia; a Advíncula un lateral en vitrina de mejores clubes en México; a Orejas Flores pegar el ansiado salto a un grande Europa. La federación tiene los medios, los contactos, la gerencia; todas las condiciones para estirar un proyecto que hoy, con la dolorosa eliminación, no tiene fisuras. Y hay que decirlo. 

Fortalecer a los clubes 

En 2000, Burga no era Burga. No este al menos: era un prestigioso abogado convertido en dirigente, de los más prometedores de Adecore, que asomaba como una carta de transparencia, orden y modernidad. Justo lo que necesitaba un fútbol de Estadio Nacional en cancha de tierra y arcos de madera. Un fútbol de Alfredos y Mallquis. Lo primero que hizo ese Burga en Videna fue exigir que los clubes profesionales tengan: a) estadio propio. b) socios que coticen. C) divisiones de menores de verdad. d) sede social. Instituciones y no clubcitos de patas. Bueno, le ganaron. Lo convencieron. Se lo voltearon. Con ese antecedente, la creación de la nueva Liga de Fútbol profesional en 2019, un proyecto ambicioso de la FPF que busca –en esencia- lo mismo, es quizá la última oportunidad de acortar distancias con mercados ultracompetitivos como el colombiano, el argentino o el ecuatoriano, con instituciones en azul y espectáculos antes que matanzas. Solo así –créanme- se producen nuevos futbolistas, ambiciosos, atletas. Solo así se puede acompañar esta estela de alegría que deja Perú en el Mundial, más allá de la eliminación. Por si alguien lo ha olvidado, son las inferiores de la ‘U’ o Alianza, de Cristal o San Martín, de Comercio o Binacional, quienes alimentan a la Videna. Cualquier otro camino es experimento, rezo, azar.

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