El 'Mesías' argentino, Leo Messi, solo en cancha. (Foto: Reuters)
El 'Mesías' argentino, Leo Messi, solo en cancha. (Foto: Reuters)

Hace unos años en un programa de TV invitaron a un sabelotodo de y lo sentaron frente a una pantalla para que viera los mejores momentos del ‘10’. El tipo sabía en qué minuto metió su primer gol en Primera, la fecha de la última amarilla y mientras el público aplaudía proyectaron la imagen del crack argentino llorando tras la final de . Y el hincha empezó a llorar. “¿Y vos por qué llorás?”, le preguntó el conductor. “Porque cuando el Diego se pone mal, sho me pongo mal”.

Hay gente así. Loca. Gente que vive de sus ídolos. Se van a dormir viendo videos de sus jugadas en You Tube, sueñan haciendo paredes con ellos y se despiertan con la camiseta puesta. Los argentinos viven soñando desde hace más de una década con que algún día será Maradona y ahora hasta el más necio reconoce que se equivocó.
Maradona se volvió leyenda a los 25 años, luego de un pésimo papel en . Le tomó un fracaso para despertar. Messi ya tiene 31 y arrastra cuatro mundiales en los que nunca tuvo una actuación destacada contra ninguna potencia. Elija la explicación que quiera, pero en la selección no cuajó.

Contra Nigeria puede pasar cualquier cosa, pero lo que no se puede repetir es esa imagen del ‘10’ argentino deambulando por la cancha con cara de huerfanito mientras se rasca la cinta de capitán. Más que la clasificación a octavos, Messi se juega mañana el recuerdo que tendremos de él. Después no habrá revancha.

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