Oscar García

Temprano en la mañana, en Pampapuquio, Apurímac, un aire travieso sopla desde las montañas hasta la explanada de pajonales, congelando orejas y despeinando cabezas a su paso. Se respira tan puro aquí que pronto las mascarillas se antojan prescindibles. Quizá lo sean. En este anexo del distrito de Tumay Huaraca, a casi 4 mil metros de altura, los locales no las usan. Los avalan sus estadísticas: en la pandemia solo se les ha enfermado un abuelito de 75 años que llegó a UCI. Lo confirma a la prensa su alcalde, Richard Silvera. Solo uno.

Contenido Sugerido

Contenido GEC