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escritura a mano
Teresina Muñoz-Najar

Elliot Túpac, artista gráfico que ha estudiado y reinventado la tipografía con la que se escribe la historia moderna del Perú, inció su carrera diseñando letreros con una caligrafía festiva y espontánea. Por estos días, en pleno desarrollo de ARCOMadrid2019, una de las ferias de arte contemporáneo más prestigiosas del mundo, sus diseños en lettering empapelan las calles de la capital española como una suerte de tributo a la cultura popular y, por qué no, la . A propósito de eso, nuestros entrevistados responden cuatro preguntas sobre las bondades de expresar las ideas deslizando el lapicero sobre un papel:

1. ¿Acostumbra usar libretas? 2. ¿Qué hace cuando se equivoca? 3. ¿Tiene una marca de libreta favorita? 4. ¿Color de bolígrafo?

María Elena Herrera

1.Uso libretas para todo. Para mis apuntes personales, mis pendientes, para datos, recomendaciones de libros, películas, música. Para frases y citas. Y también para textos completos que extraigo de libros o relatos cortos que me gusta escribir, para citas de autores y también para mis reflexiones sobre lo que leo, oigo y experimento. Y tengo otra para mi diario personal.

2. Los errores los soluciono tachándolos; además, cuando relees un error te vas dando cuenta de lo que pensaste inicialmente y a veces los retomas. En la computadora, el delete los elimina para siempre, sin retorno.

3. No tengo una marca favorita, pero no soy de cualquier cuaderno. Colecciono libretas, tengo de todo tipo, con diseño, de tapa dura y blanda. Las Moleskine me gustan mucho por su papel y variedad. Las voy comprando en mis viajes, en los museos, y las selecciono por la textura del papel, al tacto. Es sensorial.

4. Colecciono también lapiceros, de tinta azul y negra, aunque prefiero la negra. Tinta seca, gel y pluma fuente... creo que pondré una tienda. Los adquiero en mis viajes, de recuerdo.

Luis Jochamowitz

1.Todo lo que escribo comienza en las libretas, allí avanza y eventualmente llega el momento de pasarlo en limpio a la computadora. Aparte de otros motivos que son más bien de gusto, creo que hay una razón práctica: el acto de escribir pasa por dos fases, en la segunda fase la corrección es más sistemática y desde el inicio. En cierta forma el texto se escribe dos veces.

2. En la libreta tacho encima, pero hay otros recursos antes de tachar: el uso de corchetes si hay dudas sobre eliminar algo o conservarlo, flechas o anotaciones al margen para posteriores correcciones. No tengo ningún problema en embadurnar la página de una libreta con tachaduras y toda clase de signos. El único requisito es que pueda ser pasado en limpio, literalmente. En la computadora simplemente hago delete.

3. Las clásicas son las Moleskine, pero son tan caras y las venden en tan pocos sitios que casi no las uso. Hay otras marcas muy aceptables. El único requisito es que sean de tapa dura y que tengan un papel suave para la pluma.

4. Más complicado es el asunto de la tinta (escribo con tinta líquida negra): aquí ya no la venden en pomo, sino en cartuchos descartables, pequeños y de un solo color, azul, un azul aguachento que detesto.

El espía de las letras
El doctor Winston Aquije, el perito grafotécnico que señaló que la caligrafía en las agendas de Nadine Heredia correspondía a un “mismo puño gráfico”, nos cuenta que su oficio es “la ciencia del documento escrito”, pues estudia la escritura manuscrita e impresiones en los documentos, con fines de identificación y para establecer su autenticidad o falsedad. Esto no significa que los documentos escritos en computadora se salven de la fiscalización. “Existen nuevos sistemas de seguridad que nos pueden dar datos de la máquina impresora: la marca, el modelo, el usuario, la fecha, la hora y otros como el título del archivo. Sin embargo, creo que todavía necesitamos unos 20 años más para evaluar documentos físicos antes de pensar en su desaparición”.//

SOBRE ARCOMADRID 2019:
​Perú es el país invitado en ARCOMadrid 2019, una de las ferias de arte contemporáneo más importantes del mundo. Entre el 27 de febrero y el 3 de marzo, se exhibirán trabajos de 23 artistas nacionales, seleccionados por Sharon Lerner, curadora de arte contemporáneo del Museo de Arte de Lima (MALI). En trabajo conjunto con el Ministerio de Cultura, el artista Elliot Túpac, pionero del lettering (foto superior, su arte en La Gran Vía, Madrid), desarrollará talleres y un mural en La Casa Encendida. Otras 12 grandes exposiciones de arte peruano se podrán ver en los mejores museos y centros de la capital española. Se calcula que podrán ser visitadas por un millón de personas.

OTROS CASOS

Luis Hernán Castañeda, autor de Mi madre piensa en francés

“He llegado a escribir novelas enteras a mano”


Escribir a mano tiene virtudes artísticas considerables. Tengo distintas libretas que uso para fines diferentes. Trato de ser más o menos organizado, pero al final los usos se mezclan. Tengo una libreta para anotar reflexiones a partir de mis lecturas; otra para ir apuntando ideas de futuros cuentos, novelas, ensayos; y también una tercera, quizá la más importante, para escribir ficción. He llegado a escribir novelas enteras a mano. El futuro de mi cuerpo, es una de ellas. Aunque no siempre escribo a mano, cuando lo hago es porque busco cierta forma de lentitud, una elaboración más pausada. El futuro de mi cuerpo, por ejemplo, exigió una labor detenida, a ras de frase, digamos. Además hay una música especial que va surgiendo cuando se escribe a mano.

Si cometo algún error, sencillamente tacho, reformulo y sigo, pero me equivoco menos –o me doy menos el lujo de equivocarme– que cuando trabajo en la computadora. Así, lo que sale de la mano tiene una forma más perfecta y acabada.

Uso unas libretas japonesas que me encantan, marca Midori. Las cuadriculadas. Siento que este formato me da más orden.
Prefiero siempre la tinta Azul, antes que al negro, pero también uso este si no tengo otra opción. Solo que no empleo bolígrafo, o trato de no hacerlo. Prefiero una pluma estilográfica marca Lamy, más pesada y noble. Encuentro que la experiencia es mucho más sensorial.

Andrea Cabel, autora del poemario Latitud de fuego

“Escribir poesía a mano tiene sus ventajas”

Sucede que me veo reflejada en mi letra: hay cierta angustia que me hace perforar la hoja con cordilleras que suben y bajan, y con redondas minúsculas. El paisaje se repite como cuando las palabras que pueblan mis ideas invaden, y aparece un poema. Quiero decir, escribir poesía a mano tiene sus ventajas: puedo escribir a partir de la escritura misma y no solo sobre un tema. No obstante, lo que más escribo a mano son las intuiciones detrás de mis ideas. Mi tesis doctoral fue escrita siempre con un mismo birome, uno que se repitió varias veces, y en los mismos blocks, que fueron cerca de 26. Ahí trazaba mi forma de pensar más que el texto en sí. Luego, su forma final llegó en el teclado. Creo que Ricardo Piglia sentenció: “Se terminan los cuadernos y se termina todo”, y, claro, estoy de acuerdo.

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