
Hay historias que viajan miles de kilómetros antes de encontrar un lugar donde echar raíces. “Cuando el amor está de por medio, las fronteras no existen”, nos dice Viktoria Trubnikova (@tory_laboratory), una ciudadana ucraniana asentada en tierras peruanas desde hace una década. Su vida dio un giro inesperado cuando conoció a un peruano que llegó de visita a su natal Kremenchuk, una ciudad industrial surcada por el río Dniéper, a 93 kilómetros al sudoeste de Poltava. El flechazo fue instantáneo y no dudó en venir al Perú, un país hasta entonces desconocido para ella. “Cuando llegué al Callao, el choque fue tremendo. Me asombró ver las enormes diferencias que había”, relata Tory en perfecto español.
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Aprender nuestro idioma se le hizo sencillo gracias a su experiencia como traductora en su país. Cuenta que su esposo peruano fue quien la animó a incursionar en el modelaje. “Yo quería ser profesora de inglés, o algo parecido. Nunca había hecho fotos de manera profesional. No era algo que tenía en mente”, cuenta. El diseñador Noé Bernacelli se fijó en su belleza eslava y le dio la oportunidad de subirse a una pasarela. “Él dice que soy una de sus musas”, ríe Tory. “De verdad, estoy muy agradecida con Noé y todo su equipo porque siempre me tratan con cariño, me siento parte de su familia”.

Hacerse un nombre en la escena del modelaje local le abrió las puertas de las redes sociales como creadora de contenido. Comenzó compartiendo sus viajes por el país y los platos de los restaurantes que visitaba. Sus divertidas reacciones, además de su natural simpatía, le permitieron forjar una importante legión de seguidores: solo en TikTok tiene más de 560 mil. Si bien hoy su contenido está más orientado hacia la moda y el ‘lifestyle’, también se da el tiempo para expresar sus opiniones acerca del conflicto bélico que ocurre en Europa del Este. “Toda mi familia está allá. Ahora trato de no ver tantas noticias porque afectan mi salud mental, pero mantengo constante comunicación con ellos. La frase ‘seguimos vivos’ se ha vuelto muy importante para mí”, explica.
UN NUEVO COMIENZO
Como muchos migrantes, los ucranianos en el Perú se enfrentan al reto de reinventarse, sin olvidar de dónde provienen. “Los primeros días fueron muy difíciles para mí”, le cuenta a Somos Anzhela Lishchanchyna (@ucrainka_pe), una abogada ucraniana que se enamoró de un marino peruano a través de una aplicación de citas. “Él por su trabajo viaja mucho, pero con la pandemia no lo vi cerca de cinco meses”, añade. En un principio, no sabía bien qué hacer, o a qué se podía dedicar. Los días de cuarentena, como a muchas personas, le hicieron aflorar su lado ‘influencer’: empezó a compartir recetas de platos típicos de Ucrania como el borsch (sopa de beterraga) o el vareniki (ravioles) que, de inmediato, tuvieron un impacto positivo en el Internet local.

Por estos días, Ángela —como la llaman aquí— se ha posicionado como una celebridad en TikTok (tiene 250 mil seguidores y más de dos millones de me gusta) gracias a sus videos en los que comparte sus incursiones a restaurantes, mercados y huariques de la capital. Tiene, además, una ‘dark kitchen’ de cocina ucraniana. “Haber venido al Perú fue inesperado, pero me encuentro muy feliz. Hace cuatro meses, pudo venir mi madre de Ucrania y pasamos unos días lindos junto con mi esposo y mi hijo peruanos. Lamentablemente, ya se tiene que regresar a Kiev, donde aún se encuentra mi papá”, concluye.
RAÍCES LEJANAS
En 2014, Rusia invadió y anexó la península de Crimea, considerado por muchos especialistas como el detonante de la guerra actual en Ucrania. Por decisión personal, Rostyslav Skulbeda (@rostislav_skulbeda) se había enlistado para servir al Ejército ucraniano al cumplir la mayoría de edad. Estaba entrenado para entrar en combate, pero un año antes, le llegó una propuesta para trabajar como modelo en nuestro país. “Yo hice mi carrera militar a la par de mis estudios en Geología. Soy teniente y tenía a cargo un batallón. Pero como en ese entonces no había guerra, no me hicieron problemas para salir al extranjero. Me llamaba mucho la atención venir a un país lejano y con una cultura distinta a la nuestra”, nos dice Ros.

Desde entonces, han pasado doce años y no ha regresado a Kolisnyki, la ciudad donde nació y en la que se encuentra su familia. “Yo quería volver, pero mis familiares me convencieron de quedarme. El dinero que iba a invertir en ese viaje lo doné a compañeros que no habían recibido instrucción militar para que puedan escapar. No tenía sentido que los manden a la guerra”, cuenta. A la distancia, sigue todas las incidencias de lo que pasa, mientras aquí trabaja como modelo, ‘influencer’ y empresario.

En sus redes sociales suele compartir contenido de moda y ‘fitness’, pero especialmente de autos y mecánica automotriz, como embajador de Mercedes Benz. Tiene, además, una marca de casacas de cuero (@crixusleather) y brinda instrucción en defensa personal (@risk.instructions). Su siguiente proyecto es crear una empresa que ofrezca el servicio de seguridad privada. “Solo me queda esperar a que termine la guerra para volver a mi país y reencontrarme con mis padres. Ojalá que las cosas se puedan solucionar pronto”, finaliza sin perder la esperanza.
El mundo entero está a la expectativa de que ello ocurra. //
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que mantendrá una conversación con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, para que acepte la propuesta de alto el fuego de Washington, la cual ha sido aceptada previamente por Ucrania. Asimismo, el mandatario afirmó que volvería a invitar a Volodímir Zelenski a la Casa Blanca, pese al tenso enfrentamiento que se vivió entre ambos en el último encuentro. “Lo más importante es que Ucrania acaba de aceptar un alto el fuego. Ahora tenemos que ir a Rusia y esperar que, con suerte, el presidente Putin también lo acepte”, dijo Trump.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres. Participó en el taller 'Cómo se escribe un periódico' en la Fundación Gabo de Periodismo, con el maestro Miguel Ángel Bastenier. Ingresó a El Comercio en el 2017. Actualmente trabaja en la revista Somos.