MDN
Alejandro Toledo.
Arturo León

La aplicación es rápida y simple: basta con elegir una foto, aplicar el filtro y listo. En cuestión de segundos vas a saber, más o menos, cómo será tu rostro en 40 años. Y no solo el tuyo: el de cualquier persona. Ya circula el de Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Jennifer Aniston, Marcelo Tinelli, entre otros famosos. En alguna de tus redes sociales te debes haber topado con la foto de tu amigo o algún personaje de la TV con canas, arrugas, etc.

La aplicación es una de las 10 más descargadas la última semana en los sistemas Android y Iphone. Es decir, ha causado furor en la población mundial. ¿Qué es lo que nos lleva a sentirnos fascinados por saber cómo se verá nuestro rostro (o el de otras personas) en varias décadas?

Para Lorena Bouroncle, directora del Instituto de Piscología Holística del Perú, son dos los motivos que explican este deseo del ser humano por querer conocer el futuro de su físico. El primero tiene que ver con un gusto normal por querer saber qué pasará en nuestras vidas. "El encanto por conocer el futuro en innato en el ser humano. Desde los primeros hombres, existen personas que se han dedicado a predecir el futuro. Es natural", comenta. 

El segundo tiene que ver con una sociedad que privilegia -quizá demasiado- la belleza y la salud. "Esta aplicación, de alguna forma, sirve para ver cómo seremos y así poder ir corrigiendo algunas imperfecciones. Todos queremos ser viejos, pero que no se note mucho. No hay piropo más bonito cuando te dicen que pareces menor de la edad que tienes", explica. 

Asimismo, la especialista indica que las personas son conscientes de que la aplicación "nunca te va a poner una cara decrépita", pero juega con las ilusiones de quiénes quieren ser "viejos y bonitos". Como dice Bouroncle: "Es jugar un poquito a ser un oráculo". 

ESCAPAR AL PRESENTE

Este tipo de aplicaciones (FaceApp no es la única que existe) que nos llevan al futuro o bien al pasado (también es posible aplicar un filtro para ver cómo luciríamos con unos años menos), no son más que herramientas que el ser humano -sin darse cuenta, posiblemente- utiliza como una forma de escapar al presente. Al menos esa es la visión de Manuel Beltroy, psicoterapeuta humanista-existencia de la Universidad de Lima. 

Así lo explica: "El presente es el espacio temporal en donde existimos. Este puede ser agradable o no, da igual lo que experimentemos, en cualquier caso, nos enfrentamos al presente, a lo que somos. Esta experiencia cuestiona nuestra capacidad para superar los problemas, para ser mejores y cumplir nuestros deseos y objetivos. Entonces, experimentamos ansiedad ante la incertidumbre de no saber si podremos o no vivir más allá de este momento. En ese sentido, el pasado, como el futuro, son alternativas que nos permiten escapar al presente". 

¿Estamos ansiosos por saber qué pasará en el futuro? Beltroy asegura que sí. "A través de estas aplicaciones que nos permiten imaginar una situación futura, idealmente mejor, podemos disminuir esa ansiedad", indica. Lo mismo ocurre cuando tenemos la necesidad de volver al pasado, a momentos felices, emotivos y seguros. "Así, al menos por un instante, estos recuerdos detienen el estrés del presente". Es muy probable que lo hagamos de forma inconsciente, pero es increíble todo lo que puede existir detrás de una simple aplicación de un smartphone. 

Para el doctor Beltroy, la app que ha invadido nuestros de Facebook, Instagram y Whatsapp, está lejos de adivinar cuál será nuestra verdadera cara cuando seamos adultos mayores. "Así como muchas personas compran servicios de tipo astrológico, para intentar anticipar una situación o tomar decisiones 'más seguras', estas aplicaciones, lejos de adivinar nuestro futuro rostro, ofrecen la idea de existir en el futuro, y eso calma", asegura. 

Ahora ya sabes por qué la app está instalada en tu teléfono celular. 

Contenido Sugerido

Contenido GEC