MDN
Gian Marco
Miguel Villegas

Pocas carreras pueden leerse como si fueran tomos de la historia reciente del Perú. cuando empezaba -mediados de 1990-, la TV era Triki Trak o Ferrando, el hit tenía que pasarse en La Más Más de Panamericana y la pareja que sale ahora mismo en la pantalla de la Kiss Cam montada para la gira Intuición 2019, esos que se dan un pico y se abrazan, eran unos niños. La música cuenta y canta. Gian Marco (Lima, 1970) lo hace, solo que sigue hasta hoy.

Quince discos encima, 25 años de matrimonio, 3 hijos idénticos y pasarelas para festejar el Grammy, Gian Marco volvió a tocar la noche del 14 de febrero en Lima, a tocar para sus amigos, a una Lima que cada vez se parece menos a la de Domitila o a la que pisaba cuando tenía pelo.

Estos son los cinco momentos más emotivos de la noche. Chocolateados, sin reloj, y sin celular grabando todo el tiempo.


La misma barbilla, el color igualito de los ojos y la terca, matrimonial relación con la guitarra. ¿Qué haría Joe Danova -"Javier, así le decían algunos de ustedes" (sic)- sentado en una de las vip del Jockey Club viendo a Gian Marco cómo pasa del huayno al pop, del merengue a la balada, del cláxon de un camión de la Panamericana a su viernes por la noche en La Estación? Eso mismo que hace el Pelado cuando se da vuelta para mirarlo, dibujado en la pantalla. Cuando le canta Tú Fotografía y Guarda esta Rosa: agüita en los ojos. 


Así deben ser los huracanes por dentro: Christian Yaipén (Berklee College of Music, la voz más joven del Grupo 5) fue el tercer invitado a escena y fue la ratificación de lo que (ad)mira Gian Marco de la música que se hace en el Perú, sus cambios y sus nuevos hits. Bailaron como en un tono de matrimonio y cantaron a dúo con ese tono con que el Grupo 5 arma cada Año Nuevo. Dicho de otra forma, bailaron Al ritmo de mi corazón. Fueron los 15 minutos más veloces de la noche. También los más chiclayanos: solo faltaba que a diez minutos se pueda ver el hermoso mar de Pimentel después de un cebiche.


Marco De Gennaro (23 años, ex seminarista) y Daniela Darcourt (22 años, joven sensación). Los dos arrullaron, con el violín y con la voz y fueron las dos apuestas de Gian Marco para el show de arranque de la gira. Los aplaudió sin freno en sus performances, elogió su talento con palabras como "maravillosos" o "enorme corazón" y repetía una frase como credo: "¡Y son peruanos, señores!. El video de "Vida de mi vida" que comparten Gian Marco y Nicole, su hija, tiene 48 mil reproducciones en YouTube y subiendo. La versión que interpretó Daniela -si alguien la grabó y la sube- irá por ese camino. Hicieron luego Se me Olvidó en salsa veloz: varios huesos -algunos muy famosos- estuvieron a punto de quebrarse esta noche.

Gian Marco, Christian y Diego
Son amigos, diría que muy patas. El álbum personal de Gian Marco tiene a Christian Meier y Diego Torres como dos de sus figuritas Panini favoritas. Con @oliverdog el vínculo es adolescente, antes de las canas, cuando querían salir de gira y vivir como rockeros. "Gracias, por invitarme", le dijo a Gian Marco, mientras los esposos/novios se quedaban sin sus esposas/novias, que iban corriendo a grabarlo de cerca. Tocaron 3 canciones del ex Arena Hash, ex Zorro y ex Gorrión -Alguien, Espérame en el Tren y Carreteras Mojadas- y fue como estar en una discoteca de los 90, casi a las 4 de la mañana. No es justo, pero a veces Meier vive el síndrome Pizarro: lo critican quienes dicen que no ven sus novelas pero hay que ver cómo se saben sus canciones.

Diego Torres cerró la noche de los invitados y fue una mezcla de todo: carisma, gracias, música y ese pacto misterioso de juventud: sigue entrando en camisetas XS y pantalones pitillos. Y sigue diciendo: "Deja que tus sueños sean olas de verdad, libres como el viento, en mitad del mar". Y crees.


Este es hoy Gian Marco, el cantante, el papá, el hombre de Instagram, El próximo año cumple 30 de carrera y se ha acomodado al rol que le toca: una bandaza -saxo, piano, violín, charango, batería, acústica y eléctrica-, más reflexivo y más papá, más dueño de lo que hace. Está relacionado al amor -el final, ese popurrí de sus canciones tipo No puedo Amarte o Parte de este Juego transportó a varios miles a su adolescencia a las 2 de la mañana-, pero nunca como ahora a ese amor que a veces olvidamos, tapamos groseramente por otras ambiciones: el amor propio.

"Estoy pasando por un momento muy particular en mi vida y quiero decirles algo: sanen, quiéranse. Solo si uno se quiere a sí mismo puede dar amor. Que Dios me los bendiga. Muchas gracias por haber venido hoy", dijo, como quien canta, pero sin música.

De hecho, las palabras ya lo son, si despiertan.

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