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frutos del bosque

Por: Luis Miranda


​Cuando en el año 2005 esas criaturas pardas y esponjosas aparecieron en la penumbra del bosque, los comuneros de Marayhuaca pensaron que había arribado una plaga venenosa. Hacía unos pocos años, los pobladores de esta comunidad quechuahablante de las alturas andinas de Ferreñafe, , habían plantado pinos dentro de un plan gubernamental de reforestación con la finalidad de aprovechar la madera en una zona con escasos recursos y donde la desnutrición crónica se notaba en la escasa estatura de los niños y adolescentes.

Los eran vistos con desconfianza y hasta con terror. Y se empezaron a tejer cuentos de miedo que tenían como protagonistas a las rechonchas criaturas con sombrero que acechaban entre los pinos.

Pero un ingeniero del Ministerio de Agricultura destacado en la zona no se tomó las habladurías en serio. Luego de unos días de indagaciones, comunicó a los pobladores que esas criaturas carnosas no eran ninguna plaga, sino un maravilloso alimento que traería muchos beneficios a la comunidad.

Ese ingeniero se llama Bernardino Lalopú y han pasado más de diez años desde entonces. Hoy Marayhuaca es productora de hongos premium que se venden como superalimentos en tiendas de productos orgánicos. El ingeniero Lalopú se ha convertido en un especialista en estos hongos de la especie Suillus luteus de la familia Boletus y, gracias a sus permanentes experimentos, ha conseguido sacar al mercado algunos espectaculares productos elaborados a base de estos seres que aparecieron sin que nadie los hubiera llamado.

Sus primeros productos con valor agregado fueron los panetones de hongos del bosque, que tuvieron mucha acogida en ferias como Mistura y la Expo Alimentaria. La caja que contenía al producto llevaba los colores de las vestimentas típicas de Marayhuaca e Incahuasi, que muchos consideran las más bellas del norte peruano debido a la profusión de colores cálidos y cintas fosforescentes que comunican vitalidad desbordante.

El último invento de Bernardino Lalopú es el jabón elaborado con el gel que los hongos emanan para librarse de insectos y sustancias nocivas. En sus primeros ensayos con dicha sustancia, vio cómo la piel de las personas se tornaba tersa y ganaba una ligera turgencia embellecedora.

Los hongos cambiaron la vida de Marayhuaca. La fama de sus hongos llegó a otras localidades andinas en zonas tan lejanas como Ayacucho, Cusco y Apurímac. Empezaron a visitarlos campesinos llegados de muy lejos para saber cómo cosechar, secar y elaborar productos con hongos comestibles con los rangos de salubridad de acuerdo a ley. Si bien los hongos de Porcón ya eran conocidos, en Marayhuaca comenzó un sistema de producción y comercialización que ha dado grandes frutos.

Las especies de pino conocidas como Pinus radiata y Pinus patula suelen estar asociadas a los hongos en una relación simbiótica. Las comunidades las plantaron con la expectativa de aprovechar su madera al cabo de 20 años, pero la naturaleza les dio un beneficio mayor. Maray-huaca ha seguido reforestando con pinos y la belleza ha regresado a sus colinas, antes saqueadas y hoy repletas de humedad y nueva vida.

“Hoy me doy cuenta de que los hongos pueden superar a la madera como recurso, además de contribuir al éxito productivo de este”, dice Lalopú.

El ejemplo de Marayhuaca abrió un mercado grande de exportaciones de este producto; empresarios peruanos de Tacna, que antes vendían olivo y orégano, hoy están exportando los hongos en su forma deshidratada y salmuerado, con demandas insatisfechas, no porque no hay producto, sino porque falta el conocimiento y la capacitación a los comunidades, que deben aliarse con sus Gobiernos locales y regionales para apoyar este bionegocio de la reforestación y los hongos.

En el 2010, el Ministerio de Agricultura otorgó una medalla de reconocimiento a Bernardino Lalopú por haber sido el pionero en la industrialización de los hongos comestibles en el Perú.

“Mi experiencia en los Andes de Lambayeque y después de haber asesorado y capacitado en las regiones de Cajamarca, Ayacucho, Cusco, Áncash (Sihuas-Huaraz), Piura (Ayabaca y Huancabamba), Apurímac (Chincheros) y la comunidad campesina de San Andrés de Tupicocha, en Huarochirí, me indica que unas mil familias ya se dedican a la recolección de hongos comestibles en los pinares”, asegura el ingeniero Lalopú.

Para la campaña 2019 se estima comercializar cien toneladas métricas de hongos deshidratados, el 90% para exportación, principalmente a Brasil y Europa.

Ahora los padres de familia de Marayhuaca ven con satisfacción que sus hijos los superan largamente en estatura. //

SOBRE LA MARCA:
Productores 
La empresa que se formó a raíz de la experiencia en Marayhuaca se llama BLS Negocios Ambientales Productivos S.A.C.

Dónde comprar
Los productos de la marca Hongos del Bosque se adquieren en tiendas orgánicas:
- Thika Thani Market: Av. Aviación 2808, San Borja; y Av. Benavides 474, Miraflores.
- ArtStore Perú: Jr. Callao 220, a una cuadra de la Plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno.
- Cafetería La Castellana: Av. Paseo la Castellana 597, Surco.

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