Nora Sugobono

Miren, miren, miren, miren. Si no me muero, me vuelvo loco. Tranquilo, colorao. Resulta inevitable escucharlo hablar —tal y como hace en alguno de sus famosos videos— ni bien ponemos pie en su restaurante piurano. Las frases más populares del ‘Tío Lenguado’ adornan sus paredes y, de rato en rato, también se escuchan en vivo, mientras él mismo recibe a los clientes, ordena las mesas o se acerca a preguntar qué tal está el pedido. Entre chaufa de pescado, conchas a la parmesana, chicharrón y cebiche de lenguado (con su porción de chifle para empezar) nos encontramos con él en su hábitat natural.

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