Museo El Prado cerrado en Madrid por el coronavirus.
Museo El Prado cerrado en Madrid por el coronavirus.
/ JUAN MEDINA
Raúl Tola

La ciudad de Madrid es famosa por su vitalidad. Las calles del centro suelen estar atestadas por ejércitos de turistas que se fotografían delante de monumentos como el Palacio Real, el Teatro de la Ópera o la Catedral de la Almudena. Los peatones circulan por la Gran Vía, la avenida de la Castellana, la Plaza Mayor o la Plaza de España; entran y salen de tiendas, teatros, cines y museos; abarrotan las tabernas, bares y restaurantes donde se toman una «caña» —cerveza pequeña—, una copa de vino o un vermú, o comen raciones de tortilla de papas, aceitunas, croquetas o albóndigas.

Esta vida agitada cambió drásticamente desde la noche de este lunes, cuando Salvador Illa, ministro de Sanidad de España, apareció en cadena nacional para anunciar el agravamiento en la situación del en el país, sobre todo en Madrid, convertida en zona de «transmisión alta» luego de revelarse un brutal incremento de los positivos, de 200 a 578 solo en la jornada del domingo.

Ese día, la capital española registró dos grandes congregaciones. Por una parte estuvo la Manifestación por el Día Internacional de la Mujer durante la que, según la Delegación del Gobierno, cerca de 120 mil personas salieron a marchar desde la estación de trenes de Atocha hasta la Gran Vía. Al mismo tiempo, en un evidente gesto de desafío a la huelga feminista, la formación política de ultraderecha Vox celebró un mitin en la plaza de toros de Vistalegre donde convocó a nueve mil personas.

Vox tuvo que pagar las consecuencias de esta demostración de fuerza cuando se reveló que Javier Ortega Smith (su secretario general y uno de sus representantes más caracterizados) había dado positivo por coronavirus. Hasta ahora no se sabe si otros partidarios han sufrido el contagio, sobre todo entre los miembros de la cúpula que preside Santiago Abascal.

Los colegios han quedado cerrados hasta el 30 de marzo.
Los colegios han quedado cerrados hasta el 30 de marzo.
/ SERGIO PEREZ

Además de emitir un comunicado donde reconocía que celebrar el evento en Vistalegre había sido un «error» y culpaba al gobierno de Pedro Sánchez por su gestión de la crisis sanitaria, Vox decidió que los 51 representantes que tiene en la Cámara de Diputados permanezcan en sus casas. Ante la ausencia forzosa de un grupo parlamentario íntegro, la dirección del legislativo acordó por unanimidad suspender el pleno de esta semana «por razones de legitimidad democrática». Esto no ha impedido que otros políticos también sufran el contagio, como ha ocurrido con la vicepresidenta segunda del Congreso, la diputada del Partido Popular Ana Pastor.

«Contención reforzada»

En palabras del ministro Illa, Madrid ha pasado del estado de «contención» a «contención reforzada». Entre ese anuncio y el cierre de esta crónica se habían registrado nuevos fallecimientos, que suman 35 víctimas y cerca de mil infectados del total de 52 muertos y más de 2.200 contagios en todo el país. A pesar de las estadísticas, de momento la Comunidad de Madrid no se plantea el cierre de la región.

El avance del coronavirus —que este martes fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud— ha obligado a las autoridades a tomar una serie de medidas urgentes que se actualizan y complementan permanentemente. La decisión que más impacto ha causado es la suspensión de las clases a partir de este miércoles y hasta el 30 de marzo. Esto afectará a cerca de un millón y medio de alumnos, desde la educación infantil hasta la superior, solo en la comunidad de Madrid. Disposiciones semejantes han sido implementadas en provincias del País Vasco.

También se ha recomendado que las personas de la tercera edad con patologías no salgan de casa ni acudan a lugares con mucha gente; que no se haga viajes a menos que sea estrictamente necesario; que el horario laboral se flexibilice, se trabaje en turnos escalonados o, de ser posible, se aplique el trabajo a distancia. Para facilitar esta última disposición, el gobierno anunció ayudas económicas a las empresas que la apliquen, así como a los padres que deban ausentarse de sus labores para cuidar a sus hijos.

Todos los días se viene realizando una limpieza especial en el Metro de Madrid.
Todos los días se viene realizando una limpieza especial en el Metro de Madrid.
/ HANDOUT

Asimismo, se ha establecido que las consultas y operaciones clínicas no consideradas urgentes se retrasen o suspendan, que las personas que registran los síntomas del coronavirus pero no están en una situación de gravedad permanezcan en sus casas y que los centros de ocio para mayores sean cerrados. Por otra parte, se ha habilitado teléfonos gratuitos de orientación y se ha dispuesto que los hospitales amplíen el número de camas para asegurar la atención adecuada. Además, el gobierno ha prohibido que se desarrollen los eventos que congreguen a más de mil personas, lo que supone que todos los espectáculos deportivos —incluida la Liga de Fútbol y las copas europeas— deban realizarse a puerta cerrada.

Contagio económico

Un sector que comienza a verse impactado por el coronavirus es el turismo —donde se registran cancelaciones de reservas y cierre de los primeros hoteles—, junto con los cines y los teatros, cuya clausura temporal es obligatoria. Todos los vuelos que provengan de Italia quedarán suspendidos hasta el 25 de marzo.

Para disminuir los efectos que la pandemia del coronavirus tendrá en la economía española —es casi seguro que el PBI de este año crecerá menos del 1,6% previsto antes del contagio—, el Fondo Monetario Internacional ha pedido que el gobierno tome medidas extraordinarias. Insiste en que es necesario «dotar al sector sanitario de recursos suficientes», asistir con ayudas sociales a quienes pierdan sus trabajos y a las empresas que se asomen a un riesgo de quiebra, contener el gasto en pensiones, implantar regímenes de reducción del tiempo de trabajo y frenar la reforma laboral.

Así lucen los supermercados ante el pánico que está viviendo la gente.
Así lucen los supermercados ante el pánico que está viviendo la gente.
/ Manu Fernandez

A pesar de que los anuncios la tomaron por sorpresa, la población ha respondido con serenidad a la crisis. Aunque en las plazas y avenidas ha disminuido el tráfico de automóviles y peatones, la vida se sigue llevando con relativa normalidad. Los autobuses y el metro del sistema de transporte público funcionan regularmente, aunque son sometidos a desinfecciones diarias.

Pero donde más ha cambiado el paisaje es en los supermercados, que registran largas colas de personas que buscan aprovisionarse de alimentos y artículos de primera necesidad. Fernando Simón, director del centro de alertas sanitarias en España, ofreció una conferencia de prensa para anunciar que, si las cosas van bien y las medidas funcionan, la crisis del coronavirus podría durar unos dos meses y, si las cosas van mal, hasta cinco meses.

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