Los defensores del Morro Solar: los hombres que vigilan, limpian y buscan recuperar este sitio histórico

Abraham forma parte de un sistema de guardaparques articulado por la organización sin fines de lucro “Todos x el Morro”. Su trabajo comienza poco antes de las seis de la mañana y consiste, principalmente, en hacer limpieza básica del asfalto y proveer información oportuna a las autoridades con el objetivo de mejorar la seguridad en la zona: un lugar donde confluyen viviendas abandonadas de la época de la colonia con casas en estado precario, además de una sensación de constante incertidumbre que se genera por la venta de droga. “La idea es que las personas puedan venir a hacer deporte sin ningún temor. Yo he vivido aquí toda mi vida y conozco muy bien lo que pasa”, comenta el guardaparque. “Lo que yo más quiero es lo mejor para nuestro barrio y contribuir a darle un nuevo rostro a esta parte de la ciudad”, añade.

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Antes de la creación de este sistema de vigilancia ciudadano, el ingeniero industrial Guillermo Carrillo era una de las pocas personas que se atrevía a subir en bicicleta al Morro Solar. La constante ola de asaltos espantaba a los deportistas, ello sumado a los senderos y caminos descuidados y malolientes. Harto de la situación, Guillermo tuvo la idea de hacer, en el 2018, una colecta con otros amigos ciclistas para mejorar los senderos, las rampas y recoger la basura del lugar. Tocó las puertas de los vecinos y les propuso hacer una “batalla de limpieza”, la cual llegó a convocar 150 personas. En ese momento no lo sabía, pero ese sería el punto de partida de “Todos x el Morro”.

“Esto nace como una colaboración activa y organizada de ciudadanos que buscan una mejor calidad de vida en armonía con los espacios públicos”, comenta Guillermo, quien añade que son varias las personas que desde un inicio se involucraron con el proyecto, de una manera desinteresada, para sacarlo adelante. La iniciativa, cuenta, ha sido reconocida por el Ministerio de Cultura como una labor que contribuye a proteger el sitio histórico del Morro Solar. Hoy la comunidad cuenta con 1.500 afiliados que han participado en jornadas de recolección de basura y desmonte o en campañas de reforestación.

“El día de hoy podemos ver que el Morro Solar no solo sirve para poner antenas o un planetario o una cruz luminosa o hasta un Cristo con luces de colores, sino que alberga a un número cada vez mayor de niños, jóvenes y adultos deportistas, caminantes, corredores, ciclistas y skaters”, comenta Fernando Puente Arnao, arquitecto y miembro del colectivo ciudadano. Con la llegada de la pandemia, el número de visitantes diarios al morro creció exponencialmente, rebasando la dinámica de cuidado que habían implementado en este imponente paraje natural. La idea es que más personas puedan sumarse a ellos para que, con mayores recursos, se pueda rescatar la belleza paisajística del lugar.

Para ello han implementado un sistema de membresías a través de su página web (https://todosxelmorro.pe/), al que cualquier persona se puede afiliar por una suma mensual de entre 20 y 40 soles. El dinero recaudado está destinado al salario de los guardaparques y a las acciones en pro del cuidado del entorno del Morro Solar. Con esto, además, los afiliados pueden acceder a descuentos en servicio mecánico para autos y bicicletas, a cargo de marcas que también se han integrado al proyecto. “Lo que queremos es generar conciencia de que todos juntos podemos recuperar el morro”, concluye Guillermo. Como hace más de cien años, en este escenario de batallas históricas, hoy también tienen todo en contra, pero nada los hará claudicar en su lucha. //

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