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(Foto: Agencias)
Arturo León

Siempre vamos a recordar la impecable ejecución de . De eso no hay duda. Pero cada vez que lo hagamos deberíamos pensar también un poquito en Aldo Corzo. Sin él nada de esto hubiera pasado. El lateral derecho, con ese espíritu que lo caracteriza, se tira de cabeza -literal- para evitar que el colombiano Fabra rechace más lejos un rebote dejado por su compañero Murillo. Yordy no pudo con el back colombiano. En ese contexto se logra un tiro libre indirecto por jugada peligrosa. Preste atención al detalle: indirecto. ¿Qué significa? Que no se puede hacer un disparo directo al arco. Así de simple. 

Sandro Ricci lo señalo así. Se nota clarito en el video. Pitazo del árbitro brasileño y brazo izquierdo levantado. También se nota que Paolo estaba enteramente concentrado. Cueva se paró a su costado para hablarle. Guerrero no reaccionaba. Solo miraba el palo izquierdo de David Ospina. Quería poner la pelota ahí y empatar el partido (y clasificar al repechaje). Cueva se fue y lo dejó solo. “No había escuchado ni al árbitro ni a Cuevita que me dijeran que era indirecto. Yo decidí patear. Lo único que pasó por mi cabeza era ponerla donde yo quería. Incluso Cueva me dijo que vaya a cabecear, yo le dije no, déjame tranquilo", contó después el capitán. 

Paolo, que por ese entonces practicaba muchos tiros libres en Brasil, lleva su pie derecho a la pelota de tal forma que ésta logra la dirección que tenía en mente. Fue orgullo o su instinto de arquero, pero David Ospina intento atajar el disparo cuando sabía que Perú necesitaba cobrarlo con dos toques para que sea válido. En la entrevista post-partido lo revela. 

Si alguien estuvo bien atento al cobro de Sandro Ricci fue Daniel Peredo. El narrador dijo "tiro libre indirecto" hasta en tres ocasiones desde el momento en que Paolo decide cobrar la falta. Ospina la toca con las yemas de su mano izquierda y el acto quedó consumado. "La tocó, la tocó", gritó Daniel. La frase ha quedado tatuada en miles de cuerpos, paredes y todo tipo de objetos. 

¿Por qué recordamos uno de los momentos más emotivos que vivió el Perú el 2017? La respuesta es fácil: Paolo Guerrero regresa al Perú esta semana (miércoles 24 en el Estadio Nacional) para jugar contra Alianza Lima, el equipo de sus amores, por la Copa Libertadores. El goleador histórico de la selección peruana vestirá la camiseta del Inter de Porto Alegre y volverá al estadio donde anotó su último gol en suelo peruano. Justamente ese contra Colombia. 

¿Y EN MATUTE?
Faltaban diez minutos, Perú no encontraba el gol y Senegal ya tenía diez hombres en el campo. Todos atrás, claro. Decir que estaba perdido sería atrevido, pero Paolo Guerrero no estaba teniendo la participación que el equipo necesitaba. De pronto, con esa inteligencia territorial que lo caracteriza, el delantero vio que podía hacer daño por izquierda. Se tiró hacia allá.

Minuto 82: Guerrero desequilibra, se perfila para la derecha y saca un remate fuera del área. No le salió bien, pero tocó la puerta.

Minuto 89: Cruzado la juega con Michael Guevara -la apuesta de Markarián en este entonces- y el volante habilita a Guerrero, que estaba, justamente, del centro a la izquierda del área. Paolo no controla bien, pero le queda para la zurda. Linda como para pegarle de una. Así lo hizo. Zurdazo recto, al palo del arquero. Perú ganó 1-0.

Es el único gol (televisado, al menos) que hemos visto de Guerrero en Matute, el estadio de Alianza Lima.

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