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¿Sueñas con visitar la Patagonia argentina?: estos son los mágicos destinos que debes sumar a tu lista
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Viajar a la Patagonia argentina es entrar en un mundo donde la naturaleza marca la pauta y cada paisaje parece recién descubierto. Entre escenarios de aspecto mítico hasta glaciares que crujen con fuerza propia, te presentamos una ruta que une tres destinos imprescindibles —Ushuaia, El Calafate y El Chaltén— en un viaje que todos deben permitirse al menos una vez en la vida.
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Como punto de partida, le recomendamos apostar por Ushuaia: un destino soñado por muchos al ser conocido como la ciudad más austral del mundo, o el mismísimo fin del mundo (debido a su cercanía al círculo polar antártico).
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Para llegar, debe hacer una parada en Buenos Aires (a 4 horas y media de Lima en avión), y luego abordar un vuelo de alrededor de 3 horas y media con destino final a Tierra del Fuego. En el lugar, se pueden disfrutar distintas actividades: en temporada de nieve (entre mayo y agosto), los centros de esquí son imperdibles, mientras que en primavera y verano, las rutas de trekking a lagunas son una buena opción para conectar con la naturaleza de Tierra del Fuego.
El trekking a la Laguna Esmeralda es ideal para empezar, pues es de exigencia baja y sus paisajes parecen sacados de postal. Si va en temporada de nieve, es aún más mágico: la laguna se congela, los bosques se cubren de nieve y los turistas llenan el camino con curiosos muñecos de nieve.

Si le gusta la aventura, puede animarse por visitar el glaciar Martial, con un trekking más intermedio y opciones para esquiar. Eso sí, siempre que visite estos lugares con nieve, no olvide alquilar crampones para sus zapatillas de trekking (encontrará múltiples opciones en la ciudad), así evitará accidentes.
El tren del fin del mundo y el paseo por el canal de Beagle se suman al itinerario como dos buenas apuestas para compartir en familia y con niños. No requieren de mucho esfuerzo y las vistas son igual de impresionantes. Ojo, si desea ver pingüinos, la época para hacer este tour es de octubre a abril únicamente.

AGENDA LLENA
Estar en Ushuaia es un plan en sí mismo. Para sentirse en un cuento de hadas, no hace falta embarcarse en ningún tour lejano ni trekking exigente. Si quiere tomar una pausa, le recomendamos iniciar sus días viendo el amanecer: en la primavera austral, el cielo se pinta de colores fuego a mediados de las 8 de la mañana y repite el espectáculo al atardecer. Luego, complete la experiencia desayunando o merendando en las múltiples cafeterías de la Avenida Principal, donde las estrellas son el chocolate caliente y los éclairs (La Cabaña, The Tourist Box y Xpresso son algunos de los favoritos).

VISTAS MAJESTUOSAS
Con el alma aún sorprendida por las maravillas de Ushuaia, lo invitamos a seguir la ruta en El Calafate y El Chaltén. Para llegar al primer destino, basta con abordar un vuelo de hora y media desde Tierra del Fuego (Ushuaia). Después, puede enlazar con el segundo lugar vía bus, en un viaje de aproximadamente tres horas (una agencia recomendada es Chaltén Bus).
El apacible pueblo de Calafate es la antesala de uno de los espectáculos naturales más impactantes de Sudamérica: el glaciar Perito Moreno, con 5 kilómetros de frente y paredes de hasta 70 metros de altura. Un gigante de hielo que se puede admirar a través de pasarelas, excursiones de trekking sobre el hielo o navegaciones (todas las opciones están disponibles en @hieloyaventura en Instagram).

Finalmente, El Chaltén nos espera con una ruta para guardar en la memoria: el sendero del Monte Fitz Roy. Aunque su dificultad es alta (son 20 kilómetros y alrededor de 10 horas de caminata), sus asombrosas vistas valen totalmente la pena. Prepárese con meses de antelación y haga estaciones durante el recorrido en la laguna Capri y el campamento Poincenot para recargar energías e hidratarse.
Con esa última postal, celebre el haber realizado una ruta que regala la certeza de haber estado, por un instante, en los confines más puros del planeta. //
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