Celeste Pérez

Para imprimir un recuerdo en la memoria no hace falta saber leer: cautivada por los colores de sus imágenes, la textura del papel y ese olor a tinta recién salida de impresión, la limeña Chío Jiménez intenta memorizar su primer contacto con esta revista. “Tenía seis años, probablemente. Sin embargo, sentarme con una revista entre las manos ya se había vuelto una costumbre en la casa de mis abuelos los sábados. Me acomodaba en el sillón y jugaba con ‘Ampay, Miko’, un divertido reto que en los ochenta invitaba a los niños a buscar un monito por las páginas de la edición”, precisa emocionada.

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Desde aquellos días, Jiménez ha vivido con Somos un amor intermitente, entre la regularidad de sus lecturas durante la niñez, hasta los retos de la vida adulta. En nuestra revista busca siempre un espacio para reencontrarse con ese plan de fin de semana, heredado por sus abuelos. “No importa la edad que tengas, siempre va a haber algo interesante para ti aguardando en Somos. Por eso, así si te alejes durante un tiempo, la revista es como ese amigo que está ahí esperando a que abras sus páginas, con entusiasmo”, rescata.

La suscriptora Chío Jiménez recuerda que somos estuvo presente en su niñez: “se me viene a la mente el juego ‘ampay, mico’, era muy divertido buscar al monito en las páginas de la revista. (Fotos: archivo personal / Archivo Somos)
La suscriptora Chío Jiménez recuerda que somos estuvo presente en su niñez: “se me viene a la mente el juego ‘ampay, mico’, era muy divertido buscar al monito en las páginas de la revista. (Fotos: archivo personal / Archivo Somos)

Sobre esa línea, destaca la historia de José Luis Tolentino, que se conectó con la revista a partir de su jubilación. “Tuve más tiempo para leer, para dedicarle tiempo a las crónicas, entrevistas y artículos, algo que también me llevó a coleccionar las portadas”, cuenta el excontador.

Para él, la diversidad de temas en Somos conforma el respiro necesario que cualquier persona necesita entrado el fin de semana. Una isla con noticias alentadoras en medio de cualquier panorama. “Algo que rescato en particular son las crónicas de viaje, que, cual libros, nos permiten viajar a través de sus textos y fotografías, por los lugares turísticos hermosos de nuestra patria”, agrega.

Actualmente, el salto de Somos al plano digital también abre las puertas a que más generaciones se conecten con sus contenidos, desde plataformas como teléfonos celulares y tablets. Por ello, las historias de Somos hoy son abordadas por sus redactores con visión 360°, añadiendo en algunos casos fotogalerías, videos e infografías.

En 2017, Somos premió a Luis Eduardo Sotomayor, de 78 años, como el mayor coleccionista de la revista, que conservaba más de 1.500 ejemplares. (Foto: Christian Ugarte)
En 2017, Somos premió a Luis Eduardo Sotomayor, de 78 años, como el mayor coleccionista de la revista, que conservaba más de 1.500 ejemplares. (Foto: Christian Ugarte)
/ iantevo

Además, gracias a las herramientas digitales, podemos afirmar que nuestros lectores no conocen de fronteras: luego del Perú, el público de Estados Unidos, España, México y Chile también consume Somos.

En cuanto al género y las edades, Somos continúa dejando en claro que sus puertas están abiertas para todos: el 51% de lectores son mujeres, mientras que el 49% hombres. Además, en plataformas digitales, nos leen desde los 18 años hasta los mayores de 65.

José Luis confiesa que lo que más ama de la revista son sus crónicas de viaje. “me emocionan y animan a descubrir nuevos lugares”, dice.  (Foto: Diego Moreno)
José Luis confiesa que lo que más ama de la revista son sus crónicas de viaje. “me emocionan y animan a descubrir nuevos lugares”, dice. (Foto: Diego Moreno)
/ Diego Moreno

“Empecé a buscar Somos cuando terminé el colegio. La información es fácil y entretenida de leer, y además las portadas siempre invitan a que te sumerjas en el interior. Uno de mis contenidos favoritos son los reportajes a restaurantes sobre las diversas propuestas culinarias, convirtiéndose muchas veces en los lugares en los que almorzamos con la familia los domingos”, dice por su lado Miluska Loncharich Vera, suscriptora de El Comercio y lectora asidua de estas páginas.

Actuando como verdaderos guardianes de nuestra trayectoria, los lectores de Somos se consagran como pilares importantes para seguir poniendo en práctica la pasión de quienes escribimos sus contenidos: rescatar historias de nuestro país que merecen ser contadas y compartidas a cientos de miles de peruanos, dentro y fuera de nuestras fronteras. //

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