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Lava Jato película
Carlos Meléndez

cruza las rejas del carcelario de la policía federal en Curitiba en medio de la incredulidad de sus cómplices, quienes nunca imaginaron compartir barrotes con el empresario más poderoso de Brasil: la escena aún se proyecta en los ecranes de las salas multicines de São Paulo en el filme Polícia Federal: "A lei é para todos" (La ley es para todos). Un éxito taquillero de la industria cinematográfica brasileña, que a cuatro días de su estreno el 7 de setiembre (no casualmente, el Día de la Independencia de Brasil) alcanzó la cifra de 470 mil entradas. Es la primera parte de una trilogía dirigida por Marcelo Antunez a propósito del mayor caso de corrupción en la historia ‘verde-amarela’ y latinoamericana. Basada en el bestseller del mismo nombre, de Carlos Graieb (ex editor de Veja) y Ana María Santos, el proyecto incluye una serie para la televisión aún en negociación. La sola idea de ver a Marcelo Odebrecht en el formato de La reina de la chatarra aumenta la expectación. 

"Policía Federal" no es un policiaco cualquiera. A pesar de haber sido planificado como blockbuster –la persecución y captura del doleiro Alberto Youssef guarda reminiscencias con Tropa de Élite–, por momentos nos sumerge en una suerte de documental contemporáneo en el que, inevitablemente, uno se siente un extra de la historia. Es el típico caso en el que la realidad supera a la ficción, con los elementos indispensables para atrapar al espectador. Tenemos al villano de sepulcral silencio y mirada dictadora (Marcelo Odebrecht), a insospechados implicados que destrozan utopías (Lula), a héroes públicos de parquedad batmaníaca (Sergio Moro) y anónimos comprometidos con su trabajo (policías federales). La heroicidad al alcance de la mano: un agente que podría confundirse con Julinho es el encargado de desencriptar el celular de Marcelo, fuente inagotable de anotaciones tan referidas en la prensa local. Aunque sepamos el final de la historia –en realidad, no lo sabemos–, el filme cumple como ejercicio de memoria colectiva, sin someterse a la moralina progresista tan devaluada últimamente –desde el Foro de São Paulo hasta Susana Villarán–. 

La develación masiva, pública y detallada de los delitos de la élite brasileña ha generado un efecto de ‘normalización’ de la corrupción. La desafección política en Brasil ha derivado –antes que en marchas manos blancas– en la exposición inclemente de miserias. A la trilogía fílmica le sigue una serie de Netflix inspirada en la operación, titulada O Mecanismo, cuyo estreno se prevé para dentro de unos meses. También se encuentran en preparación el musical Lava Jato: o musical y la sátira Operação Batom Na Cueca (Operación labial en los calzoncillos), previstos para el 2018 y el 2019, respectivamente. La lucha contra la corrupción se ha vuelto parte del espectáculo y Lava Jato, una marca del pop culture brasileño. Las industrias culturales lo agradecen. 

Solo para adultos
Ha habido otros estrenos a propósito de la Operación Lava Jato. Brasileirinhas, la productora pornográfica mais grande de Brasil, lanzó en el 2016 Operação Leva Jato (de difícil y polémica traducción a nuestra lengua; Google podría ayudar) un éxito rotundo que devino en una segunda parte: Felação Premiada (no requiere traducción). Leva Jato tiene el atractivo de ser la primera porno brasileña filmada en ultraalta resolución (4K, superior al Full HD). El beneplácito de la audiencia permitió que su secuela incorporara al elenco a Kid Bengala –recorrido galán porno paulista–, cuyo personaje ‘Negão da Federal’ hace referencia –por ‘antagonismo’– al ‘Japonés de la Federal’, Newton Ishii, agente de la policía federal de Brasil que ganó notoriedad pública por participar en las conducciones de presos de la Operación Lava Jato. Ambas películas llevan la tediosa dinámica judicial de los casos de megacorrupción al género recreativo para adultos. En las escenas se recrean –en las artes que permite la clasificación triple X– los términos de la colaboración de dos mujeres acusadas de “lavado, ocultación de patrimonio y falsedad ideológica”. 

La suite Lava Jato
Parecería que Brasil no tiene problemas en llevarse sus dramas políticos a la más sagrada intimidad. Cristina Bertozzi, célebre diseñadora de suites de hoteles, ostenta en su CV más de 350 piezas de moteles inspirados en ciudades cosmopolitas como Dubái o Roma, en blockbusters sugerentes –50 tonos de Grey– o simples fantasías cliché –el baño de un avión–. Una de sus últimas creaciones, la pieza ‘Lava Jato’, en el Motel Altana de Brasília (D. F. - Distrito Federal), recrea una recámara con rejillas alrededor de la cama, decorada con recortes de noticias sobre dicho suceso y fotos de presos famosos –como Eduardo Cunha–, investigados –Lula y Dilma– y otros personajes relacionados. La suite se estrenó en octubre de 2016 y cualquier mortal puede rentarla por el precio de 156 reales la hora (similar cantidad de soles peruanos).

Leer para sobrevivir
En cualquier librería brasileña, la sección biografías recomienda tres de las más vendidas: Eu Sou Malala (la traducción al portugués de la autobiografía de la premio Nobel coescrita con Christina Lamb), Macron por Macron (pensamiento político del presidente francés) y O Principe. Uma Biografia não autorizada de Marcelo Odebrecht (escrita por los periodistas Marcelo Cabral y Regiane Oliveira). El libro sobre el personaje central de la mayor corrupción intercontinental (América Latina y África, unidas por los negocios del emporio Odebrecht) es uno de los 11 libros de divulgación que se han publicado en los últimos tres años a partir de Lava Jato. Entre las publicaciones figuran ángulos diversos para entender este particular momento de la historia brasileña: aproximaciones biográficas al juez Sergio Moro, antítesis de Odebrecht (Sérgio Moro: o homem, o juiz e o Brasil), confesiones del coordinador actual de la investigación Deltan Dallagnol (A luta contra a corrupcão), pertinentes comparaciones con la investigación que colapsara al establishment italiano en los noventa (Mãos limpas e Lava Jato: a corrupção se olha no espelho) o balances de instituciones insignias manchadas por la ambición y el delito (Petrobras, uma história de orgulho e vergonha).

Mañana en Somos: Más adelantos de la película y de estas otras manifestaciones de las que brota un perfil singular del principal protagonista de la corrupción, el empresario Marcelo Odebrecht. Este, a fines de año, gozaría de arresto domiciliario.

* El texto contó con la colaboración de Bruna Fonseca.

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