Sonia del Águila

Con la puntualidad de un reloj suizo y una sonrisa que cautiva, Milett Figueroa (Lima, 1992) llega a nuestra cita con una taza de mate entre las manos. Mientras se retoca el maquillaje, el ambiente se impregna del aroma herbal de su infusión. “Estoy tomando algo caliente porque me duele el cuerpo, parece que me voy a resfriar”, confiesa, pero su energía sigue intacta. Con amabilidad, nos la ofrece. En Argentina, compartir mate es un gesto de amistad, de cercanía, y ella lo entiende bien. Su conexión con ese país es profunda: su abuela materna nació en Morón, y desde hace casi dos años, su corazón late al ritmo de Marcelo Tinelli, uno de los presentadores más influyentes de la televisión en español. Entre sorbos de mate y sonrisas, Milett nos deja entrever que su historia con Argentina apenas comienza.

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