Paolo Guerrero cumplirá su castigo de seis meses el próximo 3 de mayo, pero… Si se mantiene la pena, el capitán podría jugar el amistoso con Escocia (29/05), contra Suecia (9/05) y el Mundial. Si el castigo sube a un año, se pierde Rusia 2018.
Paolo Guerrero cumplirá su castigo de seis meses el próximo 3 de mayo, pero… Si se mantiene la pena, el capitán podría jugar el amistoso con Escocia (29/05), contra Suecia (9/05) y el Mundial. Si el castigo sube a un año, se pierde Rusia 2018.
Miguel Villegas

Es revelador: el futuro de Paolo Guerrero estaba escrito desde hace 500 años.  

La inminente apelación de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) sobre el castigo de seis meses a Paolo Guerrero nos ha devuelto el insomnio. Y nos ha empujado a las viejas bibliotecas: hacia 1532, según las investigaciones de los abogados del capitán peruano, habrían sido sacrificados tres niños –una muchacha de 13 años, otra de 4 y un pequeño de 5– bajo un ritual ancestral llamado Capacocha, celebrado bajo el dominio del Imperio de los incas, que consistía en beneficiar a los hijos de caciques para ordenar el cosmos. “Un sacrificio infantil de pureza”, lo llama la BBC. Parte de su cosmovisión del mundo: los dioses requieren ofrendas y los niños son una joya que agradecerán.

Y aunque quizá Paolo Guerrero no recuerda la clase de historia en Los Reyes Rojos, ese pasado puede definir su futuro. La primera semana de marzo, cuando los abogados del capitán peruano asistan a la audiencia ante la FIFA para definir el castigo final por el doping positivo, este capítulo del Tawantinsuyo será leído varias veces. 

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