
Quien no haya visto de casualidad algún reel en Instagram sobre los efectos que tiene Mercurio Retrógrado o la compatibilidad entre los signos zodiacales (las animaciones que hace la IA cada vez decepcionan menos), posiblemente haya escuchado del poder que posee algún cuarzo específico cuando lo llevamos con nosotros, lo relajante que puede ser prender un incienso —o un sahumerio, si queremos ir más lejos— cuando sentimos el ambiente cargado, o incluso de la importancia que tienen ciertos rituales en nuestra cotidianeidad cuando se trata de garantizar la buena fortuna. Llamémosle cultura popular, si queremos. Para algunos, creer es un acto fe; para otros, el escepticismo es inevitable. Lo cierto es que los peruanos nunca hemos sido ajenos al mundo místico; lo vemos en incontables manifestaciones, hoy en día magnificadas a través de las redes sociales. Estamos en una era donde la magia se siente cerca, al menos para quienes así lo busquen.
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Eso lo sabe muy bien la especialista en márketing culinario Carolina García, creadora de Agencia Menú. Desde hace ocho meses, García comanda un bar sanisidrino junto a su esposo, el bartender Luis Llanos, y el empresario gastronómico Elías Brito. El concepto del local está inspirado en la figura de las antiguas curanderas limeñas, cuyos saberes y brevajes curaban a las almas más necesitadas. La ubicación fue el punto de partida para Carolina y sus socios: al encontrarse en un sótano, el espacio viene a estar por debajo del bosque de El Olivar. Un detalle que definitivamente hace de este un lugar muy especial.

La carta de coctelería está dividida en distintos elementos: algunos cócteles pertenecen al grupo del agua, otros al aire, al fuego o a la tierra. Hay recetas, elíxires, pócimas y brevajes, cuya finalidad es “curar” a quien los consuma (muchos de ellos no tienen alcohol, por cierto). La idea es que el cliente se deje llevar por su intuición y curiosidad, y elija con base en lo que el cuerpo y el espíritu le pidan.
Es una apuesta ambiciosa tener un bar temático en Lima, pero el menú de Curanderas no es exclusivamente de autor: también hay un apartado de bebidas clásicas para quien le provoque tomarse un negroni o un gin tonic mientras las cartas están sobre la mesa y escuchamos qué nos depara el destino. Nunca se sabe qué es lo que está por venir. //

LOS FAVORITOS DE NORA

Sin duda, la oferta en Curanderas va mucho más allá de la barra o la cocina. De hecho, varios días a la semana podemos encontrar distintas actividades que complementan la experiencia por aquí. Todas totalmente gratuitas y están disponibles para quienes quieran probar algo distinto, mientras disfrutan de la carta. Todos los miércoles hay lectura de tarot para los clientes, a cargo de Alina Astin (@alina.astin). Los jueves son días de numerología, con Natalia Sánchez (@almasanaydivina). Los viernes hay una “regresión” con música retro en manos del DJ Charlestone (@charlestone.dj) y los sábados son día de armado de amuletos y curaciones de cuarzos por Greta Chimpen (@albatiendaholistica). Además, en cada visita los clientes pueden elegir un cuarcito de regalo en el altar de Curanderas.

El bar funciona solamente de miércoles a sábado, a partir de las 5 p.m. Sugiero ir en taxi o caminando, no solo por el posible consumo de bebidas alcohólicas, sino porque encontrar estacionamiento es difícil, salvo que se use la playa ubicada en frente.
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