Un MBA contribuye notablemente al crecimiento profesional y personal del participante. Es altamente recomendado para profesionales que deseen desarrollar y fortalecer competencias y habilidades directivas y superar exitosamente los desafíos del competitivo mundo actual, generando valor mediante un liderazgo efectivo e inspirador, con ética y responsabilidad social corporativa. Sin embargo, muchos se preguntan si con las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), la conectividad y otras ciberherramientas, esta maestría en administración y negocios sigue vigente en el formato tradicional de tiempo completo. Giuliana Leguía, directora de Maestrías de Pacífico Business School, confirma que tener un grado de MBA definitivamente ubica al profesional en una mejor posición para competir en el mercado actual, donde tener un programa de este tipo se ha convertido, en muchas organizaciones, en un requisito para ser considerado como un candidato con línea de carrera.
“Si bien un
MBA permite que un profesional tenga más herramientas para competir, no es solo esta maestría la que va a contribuir al crecimiento laboral, sino una serie de factores que se evalúan en un profesional, como su desempeño, los objetivos alcanzados, su nivel de interacción con las demás personas dentro de la organización, entre otros”, señala. Asimismo, les recomienda que evalúen sus oportunidades y definan claramente los objetivos que planean alcanzar con el
MBA. Además, que analicen profundamente sus recursos y capacidades y que tomen la decisión de manera oportuna. Este último punto es vital porque definirá su desarrollo personal y profesional.
DEDICACIÓN TOTALChristian Donayre Montesinos, director general de la Escuela de Posgrado de la Universidad San Ignacio de Loyola (
USIL), afirma, por su parte, que un
MBA a tiempo completo supone un estudio intensivo de las materias que componen dicha maestría, lo que trae consigo que se pueda hacer en un menor tiempo que el de uno a tiempo parcial. “No obstante, ello puede significar, a su vez, un alejamiento del entorno laboral y empresarial durante el tiempo de estudios, lo que desde luego se podría ver compensado con un ejercicio independiente de la profesión, como consultorías o el desarrollo de proyectos que no perjudiquen la dedicación a la maestría”, explica.
Conviene recordar que la
riqueza de estudiar una maestría en general y un
MBA, en particular, radica, entre otras cosas, en el contraste de experiencias de docentes y estudiantes, lo que demanda no perder contacto con el día a día del quehacer profesional. Asimismo, es muy importante organizarse no solamente en términos de tiempo, sino también de economía, a fin de solventar el
MBA, destacar académicamente y estudiar de manera ininterrumpida. “Bajo tal escenario, el no perder contacto con la empresa en la que labora, y si es independiente, con el contexto empresarial del sector en cuestión, resulta fundamental, pues no solo atendería el factor antes mencionado, sino también la reinserción laboral, que es otro punto clave al asumir un
MBA a tiempo completo”, dice Donayre.
VENTAJAS COMPARATIVASHay que reconocer la exigencia del programa a tiempo completo, pues en él se van a necesitar muchas horas de estudio y, por ello, es pertinente no tener otros compromisos que puedan competir con el dictado de cursos y en la resolución de los trabajos. Por eso, para el catedrático Eddy Morris, director del
MBA de
ESAN, apostar por un Master Business Administration en la modalidad ‘full time’, en un contexto de tantas opciones a tiempo parcial y facilidades tecnológicas, también podría resultar lo más adecuado para los interesados en la dedicación exclusiva. “El
MBA a tiempo completo permite obtener el grado de magíster en un
tiempo más corto. Además, el participante que elige un
MBA así puede acceder de manera más fácil a experiencias internacionales, como el
doble grado o intercambios con estudiantes de otros países, debido a que no tiene el vínculo con una empresa, lo que sí puede limitar sus tiempos”, indica.
Aunque todo depende de una decisión personal muy bien pensada, al participar de un programa a tiempo completo, el alumno podrá dedicarse solamente a estudiar y así involucrarse más con la facultad y con sus compañeros. Esto hará que tenga un sólido
networking o red de contactos de trabajo. También puede ver más casos empresariales y realizar con más facilidad las visitas académicas programadas, para conocer el quehacer de otras empresas.
SEGMENTO JOVENUn
MBA a tiempo completo es más recomendable para un perfil relativamente joven, pero con una experiencia profesional de entre
dos a seis años. “Salir de la universidad y realizar inmediatamente una maestría es como alargar el pregrado y perder los beneficios del programa, como la generación de redes, mejoras de oportunidades laborales, la posibilidad de aunar esfuerzos con otros profesionales que comparten el aula, formar empresas, entre otros”, puntualiza Giuliana Leguía, del programa de Maestrías de Pacífico Business School.