La maestría se termina y es momento de que el profesional se concentre en construir la tesis que le permitirá obtener el ansiado título. Por eso, es importante que no solamente tenga claro el enfoque, asegure la disponibilidad de recursos y establezca una metodología de trabajo, sino también que le dedique el tiempo necesario a la gran aventura de la investigación.
FUERA DE LOS PLAZOSGiuliana Leguía, directora de Maestrías de Pacífico Business School, explica que el porcentaje de estudiantes que culminan su
tesis en el tiempo programado aumenta cada año. Solo en el 2018, la cifra llegó al 80% en esta institución. A su vez, las escuelas de negocios suelen ser estrictas con el cronograma de entregas de tesis y, si los egresados no cumplen el plazo establecido, deben pagar una multa por el retraso. Lydia Arbayza, docente principal y directora de la Dirección de Programas Institucionales de
ESAN, considera que una de las causas de esta demora es que los participantes no siempre conocen las herramientas cualitativas o cuantitativas la elaboración de sus tesis, o no dominan la
metodología que deben seguir. A pesar de que los estudios de posgrado incluyen seminarios enfocados en las investigaciones y la redacción de las tesis, estas dificultades aún persisten.
GESTIÓN DEL TIEMPOLa sobrecarga laboral también suele retrasar la elaboración de la
tesis de maestría. Sandra Orejuela, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, señala que este proceso será más rápido si los profesionales identifican pronto su tema de tesis, lo conversan con sus docentes y revisan la bibliografía con anticipación. Un buen
asesor también les ayudará a encaminarse mejor en este proceso. Orejuela recomienda que, dentro del programa de maestría, se cuente con un espacio para elaborar la tesis, de manera que el profesional pueda graduarse ya con la tesis realizada y no dejarla pendiente.
A su vez, las escuelas de negocios deben realizar un seguimiento de los avances de sus estudiantes para garantizar que cumplan con las etapas de elaboración de la
tesis en los tiempos programados. Arbayza añade que los docentes siempre concientizan a los estudiantes sobre la importancia de la investigación, no solo para elaborar la tesis que les permita obtener el grado, sino también para potenciar sus perfiles profesionales. “Es cuestión de organizarse. Todos tenemos muchas actividades que cumplir, pero es clave saber distribuir nuestro
tiempo. Antes, las tesis se iniciaban en los últimos ciclos de las maestrías. Ahora se inician desde los primeros”.
ENFOQUE Y METODOLOGÍAEl
tiempo que se necesita para trabajar una
tesis también puede alargarse si el estudiante ha elegido un tema demasiado complejo. Según Leguía, esta complejidad puede deberse a que no existe acceso a las suficientes fuentes de información para empezar a investigar o que no se han desarrollado muchas investigaciones previas referidas al tema y sobre las cuales se debe delimitar el análisis. Esta escasez de
fuentes no suele ser un problema grave en las escuelas de negocios, como
ESAN, que trabaja con la base de datos
EBSCOhost y dispone de numerosos diarios y revistas de investigación.
Además, los estudiantes también pueden recurrir a las bases de datos de la universidad donde ha estudiado su
pregrado. Si realizan trabajos más aplicativos y necesitan data real, deben recurrir a las empresas. Una vez definido el tema y aseguradas las fuentes de información, es necesario enfocarse en la metodología. “Si uno sabe qué desea investigar y cómo lo hará, el proceso es más sencillo”, señala Arbayza. Estos tres componentes, sumados a una buena gestión del tiempo, le permitirán al profesional elaborar una tesis con información de buena calidad y dentro del plazo adecuado.