Todo lo que debes saber sobre el vendaje neuromuscular

A Nancy Salazar le encanta correr. Su trabajo y sus ocupaciones de madre no se lo impiden, por el contrario, eso la alienta a organizarse para cumplir todo, y bien. Es su manera de redoblar energías y reforzar su visión positiva de la vida. Sin embargo, no todo es bonito y maravilloso. De vez en cuando, el esfuerzo le pasa la factura. Hace unos meses, por ejemplo, tuvo un fuerte malestar muscular en los hombros y para combatirlo le recomendaron colocarse los vendajes neuromusculares. “Los usé como parte de mi recuperación, en combinación con sesiones de fisioterapia. Ayudan bastante cuando regresas al entrenamiento. Se usan también para evitar que, cuando corres, se ‘fastidie’ el músculo que viene de una lesión”, explica.

CARACTERÍSTICAS

¿Qué es un vendaje neuromuscular? Como explica Roy Morales Oyarce, gerente de H&M Supply Solutions, “es una venda elástica autoadherible hecha a base de algodón. Está diseñada para aliviar lesiones y facilitar el drenaje linfático, lo que reduce el dolor o inflamación de manera natural”. Se volvieron famosas cuando deportistas como el tenista serbio Novak Djokovic y los futbolistas Mario Balotelli y David Beckham salieron al campo con cintas adhesivas de colores pegadas en el cuerpo. Hoy las usan más deportistas, de alto rendimiento y aficionados a las carreras, al fútbol, frontón, etc. En su libro “Kinesiology taping. Teoría y práctica”, el fisioterapeuta Txema Aguirre explica que la idea es usar la venda como una segunda piel. Por ello su textura y elasticidad son muy similares a la piel humana y la superficie que lleva el pegamento presenta ondulaciones similares a las de una huella digital. Su uso aumentaría el flujo sanguíneo y linfático de la zona y se recomienda para tratar lesiones musculares, articulares, neurológicas, entre otras. Dependiendo de la técnica de aplicación, se pueden conseguir diferentes efectos: de tonificación, analgésico y como soporte articular. Además, pueden llevarse adheridas por varios días. ¿Cómo está reaccionando el mercado a este tipo de vendaje? De acuerdo con la web ProMarket Research, el mercado global del kinesiotape —o vendaje neuromuscular— se valoró en 180 millones de dólares en el 2017 y alcanzará los 350 millones de dólares a finales del 2025.

CON CUIDADO

Pero las bondades de estos vendajes dejan ciertas dudas. Para el médico deportólogo Carlos Alvarado, director de Medisport, lo que hacen es distraer la sensibilidad de la lesión. Como consecuencia, esta pasa un poco desapercibida, pero ello no significa que se haya curado. “En el momento que haya una sobrecarga en ese músculo aumentará la lesión”. Por otro lado, diferentes expertos —como John Brewer, profesor de Deportes de la Universidad de Bedfordshire, Reino Unido— han opinado que probablemente se trate de un efecto placebo positivo, porque los músculos se ubican básicamente en una zona más profunda que la piel, donde los tratamientos efectivos son otros, como por ejemplo la terapia celular. Además, aún falta conseguir suficiente evidencia científica para asegurar el desempeño del método. Sin embargo, tampoco descartan que su uso pueda ayudar a los músculos, al sujetarlos frente a ejercicios intensos y evitar de esta manera las vibraciones u oscilaciones. Justamente por esta y otras razones es que marcas como FL Tape recomiendan estos vendajes para prevenir lesiones, dolores de cuello y hombro, dolor lumbar, tendinitis, rodilla del corredor y esguince de tobillo, entre otros.

ALGO DE HISTORIA

Según el libro “Gestión sociosanitaria”, editado por Francisco López Fernández, el desarrollador de este vendaje fue el doctor japonés Kenzo Kase, quien lo creó en los años 70 al pensar que los vendajes tradicionales limitan mucho el movimiento de los pacientes y, en su opinión, interfieren en la cura, porque restringen la circulación de los líquidos debajo de la piel. Al principio, se utilizó solo para lesiones musculoesqueléticas, y los colores se aplicaban para practicar la cromoterapia o colorterapia, que supuestamente ayuda a equilibrar la energía de la persona, dañada por la lesión sufrida. Pero no pasó mucho tiempo para que su uso se extendiera a campos como la reumatología, la neurología y la pediatría. Las cintas tensan y elevan un poco la piel. Como efecto, se mejora la circulación local y el drenaje de los tejidos. Se reduce la tensión en esa zona del cuerpo, se descomprime el espacio y baja el dolor. Si bien se reconoce que faltan estudios para probar las bondades del kinesiotape o, como dicen sus detractores, su inutilidad, a su favor el doctor Kase sostiene que mucha gente ha usado este método con éxito por más de 30 años. Un estudio del “British Journal of Sports Medicine” indica que usar estos vendajes es mejor, pero solo en una mínima cantidad, que no intervenir para aliviar el dolor. Otras investigaciones señalan que ayudan a ejecutar el movimiento que se viene realizando, pero solo un poco. ¿Es suficiente? Hay quienes opinan que sí, porque una competencia deportiva se define muchas veces por milésimas de segundos, en ese sentido, no se pierde nada probando. Y varios deportistas confían en sus resultados. Más estudios científicos, que involucren más personas y en un rango mayor de tiempo, ayudarían a despejar las dudas.

MÁS VALE PREVENIR

Como elemento preventivo, se recomienda su uso para disminuir los riesgos de sufrir codo de tenista, en el que los músculos y tendones del antebrazo se dañan de tanto repetir los mismos movimientos, lo que causa dolor y sensibilidad. También para evitar los desgarros musculares, contracturas, fascitis plantar (desgarros en los tejidos que se manifiestan con dolor en el talón) y periostitis (inflamación de la membrana que cubre la tibia), entre otros. ¿Placebo o no placebo? He ahí el dilema. En todo caso, lo único seguro es que las vendas de colores no hacen daño. Mientras tanto, lo principal es cuidar el cuerpo calentando bien antes del entrenamiento y haciendo ejercicios de estiramiento para evitar lesiones.

BENEFICIOS PARA LOS MÚSCULOS

1. Les dan un soporte extra mientras se mueven.

2. Mejoran su desempeño a la hora de la acción.

3. Previenen las lesiones por actividad inadecuada.

4. Mejoran la circulación sanguínea a su alrededor.

5. Ayudan a mantener una postura correcta.