El progreso tecnológico y cibernético ha traído muchos beneficios en distintas áreas de la vida, sin embargo, junto a estos avances también se acrecientan las posibilidades de sufrir ataques cibernéticos, como el visto recientemente con el Ransomware que infectó los servidores de cientos de compañías alrededor del mundo, o ser víctimas de espionaje por parte de instituciones gubernamentales sin ni siquiera saberlo, como se demostró con los Wikileaks.
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En la actualidad, las formas de espionaje son muy sutiles y casi imposible de descubrir debido a la alta tecnología. Televisores, celulares, computadoras, entre muchos otros equipos pueden ser utilizados para espionaje. Sin embargo, años atrás cuando aún no existían este tipo de dispositivos, se tuvieron que crear métodos que hoy en día nos parecen sorprendentes.A principio de la década de los ochenta, cuando el mundo se había dividido en dos polos y se vivía el proceso denominado como la “Guerra Fría”, rusos y americanos intentaban mantenerse al tanto de todos los movimientos que sus rivales realizaban. Por ello el espionaje tomó un papel destacable.En aquella época se daba por hecho que la única tecnología de espionaje contra la que tenían que luchar eran los micrófonos escondidos, los que eran incorporados en diversos utensilios o en las construcciones (como paredes, puertas, techos, alumbrado, etc.).Sin embargo, un informe de la NSA, de 2012, reveló cómo los rusos habían desarrollado una serie de mecanismos electromagnéticos que podían ser implantados en máquinas de escribir para luego transmitir la información a medida que se tecleaba.Estos mecanismos que eran agregados a las herramientas de escritorio ahora podrían ser catalogado como ‘bugs’, fallas maliciosas que contienen los software, según reveló Quartz Media. Hasta cinco tipos diferentes de implantes que hacían uso de magnetómetros fueron descubiertos en las máquinas de escribir. Estos lo que hacían era distinguir qué tecla se presionaba para luego convertir la energía mecánica de esas pulsaciones en ruido magnético.Desde entonces, en 1983, el gobierno estadounidense ordenaría a todos sus departamentos sensibles de ser espiados, una revisión de todas las máquinas, en lo que se conocería como el Proyecto Gunman.De esta forma, máquinas de escribir, teletipos e impresoras fueron sometidos a rayos X con la finalidad de saber si había algo inusual al comparar modelos instalados por ejemplo en embajadas con modelos originales no modificados.