La canción narra el ciberacoso que Katy tuvo que soportar. (Foto: Fundación Katy Summer)
La canción narra el ciberacoso que Katy tuvo que soportar. (Foto: Fundación Katy Summer)
Redacción EC

Su nombre era Katherine Winter y quería ser cantante. Tenía 16 años y quería ser conocida como Katy Summer. Pero el 22 de mayo del 2018, en un local de venta de café de Santiago de Chile, se quitó la vida. Había sido víctima de una serie de eventos relacionados con el , que habían sido cometidos en muchos casos por sus compañeros de colegio.

Desde ese momento, sus papás trabajan promoviendo la iniciativa #GoodbyeCiberbullying, para prevenir el acoso (y ) entre niños y adolescentes. Pero también lograron escuchar cantar a Katy una vez más.

Katy fue víctima del ciberacoso. Ella soñaba con ser una cantante famosa. (Foto: Fundación Katy Summer)
Katy fue víctima del ciberacoso. Ella soñaba con ser una cantante famosa. (Foto: Fundación Katy Summer)

El compositor Enzo Massardo escribió una canción, la cual fue interpretada por la propia Katy, usando más de 500 archivos de audio y videos almacenados en el celular de la adolescente, así como algunas sesiones de estudio que grabó antes de su fallecimiento. Todo gracias al uso de inteligencia artificial y machine learning. Así nació el tema “I Don’t Want to Say Goodbye”.

Una vez recopilado el material de Katy, el productor musical Carlos Gómez compuso una melodía con dichos archivos. En esta labor participaron también músicos de la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal de Santiago de Chile.

“Esta obra presenta un desafío técnico y emocional gigante. Tuvimos que trabajar sin alterar los audios para no perder la pureza de la voz de Katy y transmitir el mensaje que ella dejó entre líneas en las canciones que grabó antes de morir”, explica Gómez.

Para más información sobre esta campaña puede visitar el sitio .

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