
Parece sacado de la ciencia ficción, pero la cirugía robótica ya es una realidad en nuestro país, con este tipo de operaciones realizándose en suelo peruano desde mediados del 2024 en la Clínica Internacional y llegando al sistema de salud público a fines del mismo año en un ambicioso programa entre el Hospital Israelita Albert Einstein de Brasil y el Ministerio de Salud.
Para resolver dudas sobre esta novedosa tecnología, El Comercio conversó con el doctor Sergio Aráujo, director médico del Centro de Excelencia en Cirugía Robótica y de la Red Quirúrgica del Hospital Israelita Albert Einstein, y uno de los expertos que viajó al Perú a instruir a más de 70 médicos peruanos del Hospital Nacional Dos de Mayo y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) en este tipo de operaciones.
-La “cirugía robótica” es un término que alimenta la imaginación, ¿pero en qué consiste en realidad?
La cirugía robótica es una forma de cirugía mínimamente invasiva donde la incisión quirúrgica – el corte que se realiza en la piel durante la operación – es mucho menor a la de la cirugía convencional. La diferencia entre la cirugía robótica y la cirugía laparoscópica – otro tipo de operación mínimamente invasiva- es que en la primera hay un robot quirúrgico de por medio, por lo cual el cirujano no está al lado del paciente operando, sino que está sentado en una consola quirúrgica que manipula a una serie de instrumentos robóticos que son los que interactúan con el paciente.
-¿Cuáles son las ventajas de esta cirugía frente a la que todos conocemos?
Las cirugías robóticas ofrecen al doctor una visión mejorada, tridimensional y con un aumento de hasta cuatro veces, lo que permite una mayor precisión en la manipulación de los instrumentos. El sistema incluso filtra el temblor del cirujano y si este hace un movimiento impreciso, el robot automáticamente lo corrige.
Otra ventaja es que hay mayor exactitud en los movimientos de los instrumentos quirúrgicos, debido a que estos sistemas robóticos son, a diferencia de los humanos, multiarticulados, lo que les permite realizar giros de 360º que le serían imposibles con las extremidades de un humano. Un último beneficio es que como estos robots fueron diseñados para también actuar en los campos de batalla, pueden permitir que los cirujanos operen a distancia.

-¿Qué ventajas tiene para los pacientes el ser sometidos a una cirugía robótica?
Respecto al paciente, lo que está probado es que la mayor precisión de la cirugía robótica conlleva a menor trauma y sangrado, lo que significa una recuperación más rápida. Por ejemplo, después en una cirugía como la prostatectomía radical por cáncer – operación para extirpar la próstata y los tejidos cercanos cancerígenos - usualmente internamos al paciente entre dos a tres días, pero con la cirugía robótica lo podemos dar de alta el mismo día. Entonces las ventajas son menos dolor, un periodo de internamiento más corto y un retorno más rápido a las actividades.
-¿Cuáles son las limitaciones de esta tecnología?
Hay algunas. La principal es el costo, pero también hay circunstancias en las que los beneficios de realizar una cirugía robótica – incisiones más pequeñas y mayor velocidad de recuperación- se disminuyen de tal manera que quizás ya no sea tan conveniente realizarla. Ejemplos de estos son los pacientes sometidos a múltiples operaciones, quienes tienen tumores muy grandes que requieren de una gran incisión para retirarlos u operaciones complejas que requieren de más de una incisión para completarlas.
-¿Es mucho más costosa la cirugía robótica que la tradicional?
Sí. Aunque hay que señalar que lo que ocurrió es que en casi todos los países, incluyendo Brasil, es que la cirugía robótica se inició en el sistema privado de salud. La situación es diferente en el Perú, porque este tipo de operación está disponible para todos los pacientes del Seguro Integral de Salud (SIS), y tuve recientemente la oportunidad de entrenar a los doctores del Hospital Dos de Mayo y el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas sobre estos procedimientos.
-¿Qué tan difícil es para un cirujano entrenarse para realizar una cirugía robótica?
Es necesario que el cirujano lleve a cabo una certificación. Los entrenamientos que hacemos aquí en el Hospital Israelita Albert Einstein se hacen en dos fases, una preclínica – donde el doctor no tiene contacto con el paciente – y una parte clínica.

-¿En qué consisten estas fases?
La parte preclínica tiene un fuerte contenido teórico donde el cirujano estudia en línea todo sobre las etapas y técnicas de la cirugía robótica en un currículo de entre 20 a 40 horas de duración. Esto es complementado por un periodo de entre 2 o 3 semanas en el que son entrenados en el sistema con simulaciones de realidad virtual de manera similar a las que se someten a los pilotos de aviones.
La fase clínica tiene tres partes, la primera es la observación de la cirugía, dónde aprenden cómo se desenvuelve el sistema robótico en el quirófano y cuál es la disposición del equipo. En la segunda parte, el alumno se vuelve el asistente al doctor que está realizando la cirugía robótica, convirtiéndose en el médico que se encuentra al lado del paciente durante la operación por si ocurre cualquier emergencia. Por último, el estudiante funge como el cirujano robótico principal, aunque observado por otro colega más experimentado bajo un sistema de doble consola, donde el supervisor puede observar lo mismo que el examinado e intervenir si se hace necesario. El concluir esta fase va a depender del trabajo que realice el cirujano, pero aquí en Brasil se hace necesario por ley que el cirujano sea instruido en 10 casos para concluir el programa.
-Tras tres décadas de su creación, la cirugía robótica se ha expandido a casi 70 países, que ahora incluyen el Perú. ¿Cómo crees que será el avance de esta tecnología en los próximos años?
Es difícil predecir eso, porque hay países dónde proliferó rápidamente como los Estados Unidos, mientras que también hay otras regiones como América Latina y Asia donde se difundió menos rápido debido a los costos. Lo que sí puedo decir es que, en sistemas de salud donde hubo una alta penetración de la cirugía robótica, esta reemplazó rápidamente a la cirugía laparoscópica. Es una tendencia que hemos visto con fuerza en los últimos seis años.
-Lo que quiere decir que cuando los países adoptan la cirugía robótica, lo hacen con fuerza.
Yo creo que sí. Creo que es importante hablar sobre el acceso de la población a los sistemas robóticos. Y si bien es una tecnología relativamente cara en comparación a las cirugías sin robots, mientras más sistemas robóticos sean producidos, menor será el costo en general.
-Hace un rato mencionó la telecirugía, que permitía a un cirujano operar a mayor distancia mediante el sistema robótico.
La telecirugía se trata de un aspecto atractivo, pero más complicado, de la telemedicina que se popularizó durante la pandemia, porque tiene requerimientos adicionales como la necesidad de garantizar la seguridad de la banda ancha para operar, ya que cualquier lentitud en la conexión de internet causaría que haya una diferencia de tiempo entre los movimientos que realiza el cirujano y los que el sistema robótico somete al paciente. Otro aspecto que complica la situación es que si la cirugía robótica no puede ser realizada, hay que tener a un cirujano capacitado al lado del paciente para terminar con el procedimiento, por lo que en mi opinión hay que determinar cuál sería la ventaja de realizar la telecirugía en el paciente, que es la parte más importante de la atención médica.
-Soy miembro de una profesión que parece estar cerca de ser suplantada por robots e IA, por lo que quería saber si podría pasarles lo mismo a los cirujanos por medio de sistemas robóticos autónomos.
Los sistemas autónomos existen de manera completamente experimental y este 2024 se probó con éxito un sistema que logró hacer suturas intestinales en animales sin intervención humana. Yo creo que este será el futuro de estos procedimientos, así como una situación intermedia, donde el sistema robótico pueda realizar procedimientos simples, como incisiones, mediante el uso de inteligencia artificial bajo la supervisión de un doctor.