Daniel Nwosu ha sufrido severos derrames cerebrales. (Foto: BBC)
Daniel Nwosu ha sufrido severos derrames cerebrales. (Foto: BBC)
BBC News Mundo

Daniel Nwosu tiene 22 años y ya ha sufrido siete derrames cerebrales.

"El primero lo tuve a los 6 años, pero tuve que decirle a mis amigos que había sufrido un accidente de tránsito. Ellos nunca supieron qué era lo que me pasaba", le contó el joven a la BBC.

-[]

-[]

►[]

Nwosu, quien vive en Reino Unido, sufre de anemia de células falciformes, una condición médica severa y crónica que afecta la circulación de la sangre.

Debido a esto, el joven -quien nació con la enfermedad- ha sufrido severos derrames cerebrales que, entre otras secuelas, le dejaron su lado izquierdo paralizado durante parte de su infancia.

Según el Servicio Británico de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), la anemia de células falciformes es una condición genética que afecta la forma de los glóbulos rojos y que puede causar serios taponamientos en el sistema circulatorio del cuerpo humano.

"Para sobrevivir, me he tenido que someter a transfusiones de sangre cada seis semanas", reveló Nwosu.

Parálisis

Durante los primeros años de su vida, Nwosu tuvo una niñez normal. Sin embargo, casi de repente, sufrió su primer derrame cerebral.

Nwosu debe someterse a una transfusión de sangre cada seis semanas para evitar otro derrame cerebral. (Foto: BBC)
Nwosu debe someterse a una transfusión de sangre cada seis semanas para evitar otro derrame cerebral. (Foto: BBC)

Las fotos de su infancia, tomadas por su madre, muestran a un niño conectado a una serie de sondas que le servían para hacer transfusiones de sangre, así como a numerosos sensores sobre su cabeza.

“Tuve varios sangrados internos en el cerebro en ese tiempo. Y tuvieron que hacerme una transfusión de sangre urgente”, relató Nwosu.

"Recibí una transfusión como de cinco litros de sangre esa vez", le contó a la BBC, en presencia de sus dos amigos más cercanos, quienes hasta entonces no conocían que padecía esta enfermedad.

En aquel momento, le diagnosticaron que sufría de anemia de células falciformes.

Según el NHS, esta condición causa que la forma de los glóbulos rojos, generalmente redonda, sea similar a una media luna. Los principales síntomas incluyen episodios dolorosos que pueden durar hasta una semana, un mayor riesgo de infecciones, cansancio y falta de aliento.

"Desde que tuve el primer derrame, he sufrido seis más que me dejaron el lado izquierdo paralizado", contó.

“Tuve que hacer mucha fisioterapia para salir adelante. Hacer muchos ejercicios, hasta lograr dejar de utilizar una silla de ruedas y tener una vida normal”.

La anemia de células falciformes es un trastorno de por vida causado por un gen defectuoso que afecta la forma en que se desarrollan los glóbulos rojos. (Imagen: Getty Images)
La anemia de células falciformes es un trastorno de por vida causado por un gen defectuoso que afecta la forma en que se desarrollan los glóbulos rojos. (Imagen: Getty Images)

¿Qué es la anemia de células falciformes?

  • Es un trastorno de por vida causado por un gen defectuoso que afecta la forma en que se desarrollan los glóbulos rojos.
  • Afecta principalmente a personas de origen africano, caribeño, de Medio Oriente, del este del Mediterráneo y asiático. La mayoría de los casos se registran en África subsahariana.
  • Según los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, la mutación es común en personas que viven en zonas donde la malaria es endémica.
  • La gente que vive con este trastorno tiene a menudo más riesgo de contraer infecciones graves o puede volverse anémica, lo que ocurre cuando los glóbulos rojos no transportan suficiente oxigeno al organismo.
  • Algunos pacientes reciben transfusiones de sangre regulares -a menudo cada tres o cuatro semanas- para tratar el trastorno.
  • Hace un año se logró revertir la enfermedad en un adolescente francés mediante el uso de terapia genética, la cual es un tratamiento raro y costoso.

Después de los derrames

Tras recuperarse del primer derrame, los médicos buscaron varios tratamientos para que Nwosu pudiera tener una vida normal. Sin embargo, no tuvieron mucho éxito.

Así que llegaron a una medida casi extrema.

"Me tengo que hacer una transfusión de sangre cada seis semanas para evitar más derrames cerebrales", explicó.

Se estima que en el mundo hay unos 20 millones de personas con esta condición.

“He tenido que luchar desde muy niño contra esta enfermedad y, aunque es un padecimiento que se debe dar a conocer más, es posible vivir con él”, concluyó Nwosu.

Contenido sugerido

Contenido GEC